En momentos en que no se terminan de desarmar las piezas claves del escándalo en que se involucró la suspendida congresista Elsa Canchaya, y del pedido del levantamiento de inmunidad contra ocho parlamentarios humalistas, quienes protagonizaron actos de violencia en el Hemiciclo del Congreso hace poco menos de un año, otro sacudón más remece al Parlamento Nacional.
Ahora se trata del colega de bancada de la Canchaya, Walter Menchola. Este contrató como asistente a su supuesta amante, Karen Ku, y luego la colocó como técnica en el despacho de Martín Pérez, de su mismo grupo parlamentario. El problema es que la señorita Ku cobraba sin trabajar. Ante la denuncia evidente de Cuarto Poder, Menchola reconoció, al día siguiente, su “error” y renunció a su inmunidad parlamentaria para ser investigado. Más allá de lo “hidalgo” de su última actitud, esto tendrá que ser sancionado.
Lo coincidente es que ambos son de Unidad Nacional, grupo político vinculado a la derecho que por segunda vez consecutiva, perdió la posibilidad de llegar al poder. Y Menchola no era cualquiera dentro de ese grupo. Fue el número 1 en la lista de UN por Lima, en las elecciones generales del año pasado. Era el segundo de Luis Castañeda Lossio al interior de las filas de Solidaridad Nacional, y durante el primer período de este como alcalde de Lima, fue regidor metropolitano.
Entonces, aquí volvemos a un tema que tiene que ver con la selección de los candidatos. Esto demuestra que no hubo una buena elección al interior de UN. Porque quienes incurren en estas cosas no lo hacen recién, sino que estas argucias ya vienen de antes. Canchaya ya lo había hecho antes en Junín, con temas de documentos, mientras que Menchola había dado facilidades para que la señorita Ku y sus familiares utilizaran movilidades de la Municipalidad de Lima (¿y eso, señor Castañeda?).
Nos preguntamos, ¿Qué hubiera pasado si Lourdes Flores hubiera sido elegida presidenta, y hubiera tenido que enfrentar los problemas en que está envuelta su propia bancada? Hubiera sido muy difícil mantener la gobernabilidad, pues si no supo ser política en un proceso electoral, menos cuando se es gobierno y todo mundo está a la expectativa.
Su bancada ya no sólo será percibida como indefinida y ambigua, por su tácito apoyo (aunque lo nieguen) al actual gobierno. También será vista por la población con desconfianza, debido a estos escándalos, y prácticamente aniquila la ambición manifestada por el vocero de este mismo grupo parlamentario, Javier Bedoya de Vivanco, de pretender ser gobierno el 2011. Estos hechos debilitan aún más la imagen política de UN, que ya venía golpeada luego de la derrota electoral de su candidata el 2006.
Ahora se trata del colega de bancada de la Canchaya, Walter Menchola. Este contrató como asistente a su supuesta amante, Karen Ku, y luego la colocó como técnica en el despacho de Martín Pérez, de su mismo grupo parlamentario. El problema es que la señorita Ku cobraba sin trabajar. Ante la denuncia evidente de Cuarto Poder, Menchola reconoció, al día siguiente, su “error” y renunció a su inmunidad parlamentaria para ser investigado. Más allá de lo “hidalgo” de su última actitud, esto tendrá que ser sancionado.
Lo coincidente es que ambos son de Unidad Nacional, grupo político vinculado a la derecho que por segunda vez consecutiva, perdió la posibilidad de llegar al poder. Y Menchola no era cualquiera dentro de ese grupo. Fue el número 1 en la lista de UN por Lima, en las elecciones generales del año pasado. Era el segundo de Luis Castañeda Lossio al interior de las filas de Solidaridad Nacional, y durante el primer período de este como alcalde de Lima, fue regidor metropolitano.
Entonces, aquí volvemos a un tema que tiene que ver con la selección de los candidatos. Esto demuestra que no hubo una buena elección al interior de UN. Porque quienes incurren en estas cosas no lo hacen recién, sino que estas argucias ya vienen de antes. Canchaya ya lo había hecho antes en Junín, con temas de documentos, mientras que Menchola había dado facilidades para que la señorita Ku y sus familiares utilizaran movilidades de la Municipalidad de Lima (¿y eso, señor Castañeda?).
Nos preguntamos, ¿Qué hubiera pasado si Lourdes Flores hubiera sido elegida presidenta, y hubiera tenido que enfrentar los problemas en que está envuelta su propia bancada? Hubiera sido muy difícil mantener la gobernabilidad, pues si no supo ser política en un proceso electoral, menos cuando se es gobierno y todo mundo está a la expectativa.
Su bancada ya no sólo será percibida como indefinida y ambigua, por su tácito apoyo (aunque lo nieguen) al actual gobierno. También será vista por la población con desconfianza, debido a estos escándalos, y prácticamente aniquila la ambición manifestada por el vocero de este mismo grupo parlamentario, Javier Bedoya de Vivanco, de pretender ser gobierno el 2011. Estos hechos debilitan aún más la imagen política de UN, que ya venía golpeada luego de la derrota electoral de su candidata el 2006.
2 comentarios:
Deberían investigar a todas las bancadas.
Sospechosas 20 y tantas destituciones en los últimos cinco días.
Ningún argumento salva a Lourdes Flores, el dinero tuvo mas valor que la calidad moral de algunos de sus candidatos (elegidos), esta jefa de partido sigue pagando los errores cometidos durante su campaña.
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