lunes, 28 de mayo de 2007

Chávez mata a RCTV: ¿El principio de su fin?


El domingo se consumó el zarpazo más malévolo y embustero que pueda haber aplicado el confirmado dictador venezolano Hugo Chávez. La no renovación de la licencia a Radio Caracas Televisión, de más de cinco décadas transmitiendo en aquel país hermano, ya es un hecho desde la medianoche de hoy.

Existen muchas razones para no ratificar licencias de transmisión, como no cumplir ciertos requisitos, por ejemplo. Cuestiones técnicas. La razón que esgrimió Chávez es que el canal RCTV “atenta contra la revolución bolivariana” que él dice encabezar. Acusa al canal de haber conspirado contra él en el fallido golpe del 2002. Esas son razones subjetivas de quien decide todo en Venezuela, y no deja ni un atisbo de autonomía a los poderes del Estado, que deben decidir de manera independiente.

Ni siquiera la censura de organizaciones importantes como la OEA, la Sociedad Interamericana de Prensa, y hasta la misma Unión Europea, le han hecho dudar. Chávez se ha zurrado en la comunidad internacional, y no le importa porque quiere gobernar sin piedras en el zapato.

El autócrata venezolano dice que está construyendo “el socialismo del siglo XXI”, pero así como la democracia se construye con justicia social, también se construye con libertades políticas y civiles, respetando los derechos humanos y la libertad de expresión. Chávez comete el mismo error de archienemigo Bush (a quien le provee de petróleo, irónicamente): quien no está con él, está contra él.

La verdad es que Chávez no está construyendo ningún socialismo. Está aprovechando la bonanza económica que le da el petróleo para hacer demagogia y populismo; y para comportarse como un imperialista más, tratando de meterse en asuntos de otros países, al mismo estilo de los Estados Unidos, a quien tanto critica. En Venezuela hay más pobres que antes. Los subsidios y las becas son temporales: no se ve ningún progreso. Ay del momento en que vengan las vacas flacas. Para colmo de males, ahora censura a sus opositores.

El pueblo venezolano vive engañado, y lo respalda a más no poder. Sin embargo, aquí los responsables (evidentemente) son los partidos históricos como Acción Democrática y COPEI, agrupaciones políticas que en cuatro décadas de alternarse en el gobierno, no solucionaron los problemas del país. Por ello, la población se volcó hacia una alternativa radical como Chávez.

Pero no sólo son algunos de nuestros hermanos caribeños los desorientados, sino aquellos izquierdistas cavernarios y atrasados que avalan (y alaban) todas las acciones de este personaje, y que no se dan cuenta que muchos de ellos sufrieron en los años ’70 la misma persecución que ahora ejecuta su gobierno contra sus opositores, por lo menos en materia de libertad de expresión.

Pero cuidado, la historia se repite. Así pasaba en República Dominicana con Trujillo. Todo el pueblo lo amaba, pues sostenían que les había traído prosperidad, pero nunca supieron quién era en realidad: un asesino y torturador de sus opositores, que mantuvo el terror en parte de esa isla por tres décadas. Así pasaba con Hitler en Alemania. Todos decían que había salvado a Alemania del caos, y que su Imperio duraría mil años. Felizmente, sólo duró 12 años, y su nombre es motivo de vergüenza para cualquier alemán, luego de conocerse la barbarie que cometió contra los judíos.

En nuestra realidad, así pasaba con Fujimori. Todos decían que había logrado derrotar la hiperinflación y el terrorismo, y que la modernidad había llegado al Perú. Lo único que logró fue la destrucción de las instituciones, el embrutecimiento de nuestros hijos con los diarios chicha, la compra de las conciencias de los medios de comunicación, y la persecución a sus opositores. Además de la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.

Así pasa con Chávez. La desaprobación de 80 % de la población a la medida de no prolongarle la licencia a RCTV es una muestra; aunque a él aún no lo desaprueban. Cuidado, señor Chávez: cuando uno está más seguro y cree que tiene más poder, es cuando la caída está más cerca. Aunque ya no podrá hacerlo con Trujillo y Hitler, pregúntele a Fujimori.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con todos mis respetos, no es el pueblo venezlano quien vive engañado. Creo que todo es mucho más complejo y usted se ha quedado en la superficie, en lo que probablemente ha recibido desde medios intoxicadores. Le propngo que lea el informe que he redactado y reflexione sobre lo que allí digo.

Lo encontrará pulsando en mi nombre.

Saludos.