viernes, 25 de abril de 2008

Otra vez las ONG le vuelven a dar de comer a la derecha

El principal suceso que ha movido la arena política en nuestro país ha sido el rechazo del Congreso de la República a la postura asumida por el Parlamento Europeo, que decidió no considerar al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en su lista de organizaciones consideradas terroristas.

Con el voto unánime de 82 congresistas (¿no eran 120?), el Pleno acordó presentar una moción de protesta por este hecho. Más allá de la coincidencia total entre los parlamentarios, algunos culparon al gobierno por no haber estado detrás del proceso que se seguía en la Unión Europea. Pero otros enfilaron sus baterías contra las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), sobretodo con las que trabajan temas de defensa de los derechos humanos.

Las razones de estos últimos tienen asidero: la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) envió una carta al Parlamento Europeo para que no considere al MRTA como terrorista, en virtud a que hace más de ocho años no ha desarrollado actividades, y que eso podría ser utilizado por el gobierno actual para una “cacería de brujas” contra opositores y acusarlos de terrorismo.

Más allá de que su posición pueda tener algún sustento (sobretodo lo último, lo de la persecución), lo cierto es que esta parte de la historia deja muy mal parado a Aprodeh. Porque ante la memoria de los peruanos, el MRTA fue efectivamente un grupo terrorista, que sembró precisamente el terror con muchos de sus actos, como los secuestros y las bombas.

Pero no solo Aprodeh queda mal parado. Esto también arrastra a la misma situación a otras ONG que trabajan estos temas (llámese IDL, etc.), las cuales han sido marcadas por la derecha cavernaria (expresada en un sector de las Fuerzas Armadas, los grupos de poder económico, la prensa de la derecha y los mismos fujimoristas) como defensores de terroristas, imagen que ha quedado bien sellada en buena parte de la ciudadanía que aún cree que el terrorismo debe ser aplastado con sangre y fuego, no importando los costos humanos.

Pero este no es el único “autogol”. Cuando en Lima se acompañaron las protestas contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ninguna de la ONG defensoras de los derechos humanos levantó el dedo. Y esta omisión les costó otra vez una lluvia de críticas de sus opositores, quienes insinuaron esa misma idea de siempre: son defensores de terroristas. Y los clásicos calificativos de “rojos” y “caviares” que nunca faltan.

Es reconocido el trabajo de todas estas instituciones en la defensa de los derechos fundamentales. No solo en el tema de la violencia política, sino en otras cuestiones como la equidad de género, el racismo, etc. Pero ese mismo trabajo debe tener el respaldo de una buena imagen ante la sociedad, vale decir, tener un poco de “olfato político”.

Y además también deben intervenir cuando se vulneran los derechos humanos de otros actores de la sociedad, como policías y militares. A veces parece que entendieran el conflicto armado ocurrido en la década de los ’80 y ’90 en nuestro país, como lo que ocurrió en Argentina y Chile, en las épocas en que fueron gobernados por dictaduras. El caso del Perú fue diferente, pues se levantaron grupos armados para declararle la guerra al Estado; y a la vez el Estado reaccionó violentamente para reprimir a Sendero Luminoso y al MRTA. Los excesos de ambos actores deben ser juzgados y sancionados (ojo, de ambos) y no solo fijarse en una parte.

Esto último no va solo para las ONG de derechos humanos, que aparentemente se fijan únicamente en lo hecho por el Estado; sino también para toda esa prensa que defiende a las Fuerzas Armadas a ultranza, como si sus integrantes hubieran sido bebes de pecho en esa época, la del Grupo Colina y Martín Rivas.

sábado, 19 de abril de 2008

Al santo le dieron duro: algunas reflexiones

El equipo más simpático del fútbol peruano fue aplastado por River Plate de Argentina, en el último partido de la segunda fase de la Copa Libertadores. Digo el más simpático, porque pese a no tener hinchas, muchos aficionados al fútbol gustaban del buen toque de la Universidad San Martín, ese mismo equipo que hace más de dos meses, derrotara claramente al cuadro millonario de Buenos Aires.

Ni el más pesimista lo hubiera pensado. Es que aquí tenemos la mala costumbre de aferrarnos a lo imposible, la masoquista conducta de tomarnos a pecho la frase “matemáticamente tenemos posibilidades”.

La realidad era que San Martín se enfrentaría a River en el estadio Monumental de Núñez. Si bien es cierto estaba en desventaja a solo tres puntos, era una desventaja también, al fin y al cabo. Quienes pensaron que el conjunto blanco (que utilizó el negro esa noche, acaso para adelantar el luto) podía dar la sorpresa, se equivocaron de cabo a rabo

Porque el cinco a cero que propinó el cuadro de la banda sangre (con un uniforme muy parecido al de la selección peruana, ojalá así fuera nuestro juego) a la San Martín fue un resultado justo por donde se le mire. Con jugadores mucho más experimentados, y con bastante oficio de sobra, River se paseó con su rival, que pasó en esporádicas ocasiones la mitad de la cancha, y casi nunca pudo armar una buena jugada de peligro.

Cómo habrá sido de aplastante la superioridad de River, que una de las figuras del partido, a pesar de los cinco goles que encajó, fue el golero santo Leao Butrón. Tranquilamente el marcador pudo terminar doce a cero o catorce a cero, de no haber sido por sus atajadas. Y digo “a cero”, porque San Martín sólo vino a resistir.

Pese a lo contundente del resultado, la diferencia entre River Plate y la Universidad San Martín no pasa por la cantidad de goles marcados. Está en la actitud mostrada por ambos cuadros cuando fueron locales. En Lima, San Martín fue muy perdonavidas con River, y sus delanteros fallaron clamorosas ocasiones de gol. Incluso cuando tenían la posibilidad de generar ataques, preferían utilizar el “camotito”, la “huachita”, entre otros lujos que nos gustan a todos.

En cambio, River salió decidido al campo de juego, a marcar todos los goles que fuera posible. Y a demostrar, no sólo con el buen toque que también tienen, que son superiores. Esa superioridad fue demostrada con goles. Ahí radica la diferencia.

Obviamente, también está la larga experiencia copera de los millonarios. Para San Martín fue el debut, el cual pareció muy auspicioso. Incluso fue comentado por la prensa deportiva internacional. Pero lamentablemente, eso se fue diluyendo, principalmente por la inexperiencia en la Copa Libertadores. Pero haber derrotado a América de México y al mismo River Plate en su debut copero, es algo elogiable.

PD: No digo que Mario Leguizamón sea un Maradona, pero era lo mejorcito que tenía la San Martín. Hizo falta en el último partido. El castigo que le impusieron fue exagerado, aunque sí muy condenable lo que le dijo a Silvia Reyes. Si hablamos de equidad de género, que también se rescinda el contrato a todos los futbolistas que les dicen “zamba canuta” a los árbitros varones.

martes, 15 de abril de 2008

Gracias por responder, doctora Rosa María Palacios

Estimada doctora Rosa María Palacios:

Le agradezco por responder a mi artículo. No sabía que estuviera tan atenta al mundo de los “blog”. Le felicito por eso, muchos no nos dan bola por ser simples “bloggers”, que quizás no escribimos como los profesionales de los diarios.

Desconocía que mi carta hubiera sido remitida a su programa de TV, y más aún que usted la hubiera respondido. Lamentablemente, no todos los días puedo verla, a veces llego tarde del trabajo. Puede ser esa la razón por la que yo no haya sabido que usted emitió su respuesta. De otro lado, esperaba su respuesta en el periódico, porque Perú 21 me lo leo todos los días, de “pe a pa”. Pero igual, le agradezco por responder.

Efectivamente, la información que usted presentó se refería al asunto del ministro Chang, de lo cual no dudo. Chang exige cosas que él mismo no alcanzó. Y eso es cierto. En ese punto, estoy completamente de acuerdo con usted.

Pero ese no es el motivo de la carta, doctora Palacios. Mas bien, el tema de fondo es la forma en que usted se refiere a la UNFV, lo cual no solo vio este ojo, sino muchos otros, quienes pese a que ni siquiera son de la universidad en cuestión, me hicieron el comentario al respecto. O sea, no solo fue mi percepción (en la cual usted nada tiene que ver), sino de mucha gente que cree que esto no es casualidad. De otro lado, las constantes críticas que recibe en las blogs, tampoco son una casualidad. Y mucha gente no aprueba el estilo "cachaciento" que utiliza para sus entrevistas. Pero en fin, ese es su estilo.

Entonces, hay que tener cuidado al momento de emitir opiniones, así como la manera en que usted las hace; como comunicadora, que es la faceta en la que se desempeña en estos momentos, debería tener esto bien en claro. Y no se trata de caer bien a todos, doctora. Se trata de que usted oriente e informe al público de manera objetiva y sana.

Por último, creo que no hace menos a una persona pedir disculpas; al contrario, la hace más grande y más humana. Quizás no concuerde conmigo, o quizás no haya sido su intención, puede ser. No la conozco de manera personal; sin embargo, lo mínimo era un “si consideran que hice esto, pido me disculpen”. Y punto. Pero parece que no lo hará. Respeto su decisión. Punto final.

Muy atentamente,

Víctor Liza Jaramillo

PD: Le felicito por su columna del sábado 5 de abril, “¿Negocios son negocios?”. Parece que el presidente García quiere aplicar el modelo chino en el Perú al pie de la letra. Y eso es peligroso: el pensamiento único en política, como en economía también.

domingo, 13 de abril de 2008

La carta que no publicó Perú 21: Rosa María Palacios y la UNFV

El pasado 11 de marzo, envié una misiva vía correo electrónico a la sección “Cartas y +”, del diario Perú 21, espacio abierto para que el público emita opiniones sobre temas de coyuntura. Textualmente dice:

Estimado señor director:

Le expreso mi saludo y felicitación por la labor periodística objetiva que desarrolla usted y su equipo al frente del diario Perú 21, el cual leo todos los días.

Escribo para manifestar la sorpresa que ha causado entre quienes estudiamos en la Universidad Nacional Federico Villarreal, la manera en la que una de sus columnistas, Rosa María Palacios, se refirió a nuestra alma mater, durante su programa de televisión hace dos semanas. Esto ocurrió cuando se tocó el tema del rendimiento académico del ministro José Antonio Chang, de quien se descubrió que pertenecía al tercio inferior de la Universidad Católica (PUCP); y a la vez que era del tercio superior de la UNFV. La doctora Palacios, luego de mencionar esto, dijo que "el tercio inferior de la Católica es igual al tercio superior de la Villarreal", frase que repitió dos veces, y con un evidente sesgo que nos pareció despectivo.

Considero que por más que las universidades nacionales tengamos nuestros problemas, por causa de un Estado que no se preocupa por la Educación ni promueve la investigación, no hay derecho a mirarnos por encima del hombro. Aún con todas las limitaciones que tienen, de las universidades nacionales (llámese San Marcos, UNFV, UNI, etc.) aparecen muy buenos profesionales, estén o no dentro del tercio estudiantil, tan iguales o mejores que quienes surgen de las universidades privadas. Por eso, haría bien la doctora Palacios en dar las disculpas del caso a los que provenimos de una casa de estudios como la UNFV.

Saludos cordiales.

Esa semana pasó, y la carta en cuestión no fue publicada. Siendo periodista, conozco la dinámica de los diarios para este tipo de cuestiones, y pensé que quizás habría un cúmulo de opiniones que por cuestiones de coyuntura política, consideraron publicar antes que la misiva que envié. Sin embargo, ha pasado más de un mes y la carta NUNCA se publicó. Interpretó que quizás, no les pareció importante; otra idea que pasó por mi mente fue que no había que exponer a la Dra. Palacios, teoría que no es muy descabellada.

Confieso que la carta fue enviada con “copia oculta”; vale decir, con correos en secreto. Estos se fueron divulgando entre los villarrealinos y otros amigos y amigas. Naturalmente, hubieron algunas reacciones como esta:

... En primer lugar mi saludo a Víctor por su pronunciamiento en torno a las expresiones tendenciosas de la Sra. Rosa María Palacios en la que aprovechando un episodio de nuestra política induce "habilidosamente" a la conclusión siguiente: los profesionales de la Católica que se ubican en el tercio inferior son equivalentes a los del tercio superior de la Federico Villarreal.

Es conocida la filiación de la periodista, también son obvias sus fobias institucionales, así como también es evidente su perfil reaccionario; y, no es de extrañar, por lo tanto, que haya querido "matar dos pájaros de un tiro" y mostrarse "ingeniosa" ante los antiguos industriosos de los "desechos urbanos" que pagan su salario, no solo cuestionando al Ministro de Educación, que sabrá defenderse, sino a la Universidad Nacional Federico Villarreal.

No hay duda que la formación académica de la Sra. Rosa María Palacios ha sido, éticamente, deficiente, y la prueba es que sobre la base de un supuesto caso –a uno solo- llega a una generalización ofensiva, prejuiciosa y distorsionante de la verdad que Víctor con todo derecho le reclama … y muy bien reclamado … esta forma de "razonar" de la Sra. Palacios no podemos atribuirla a una deformación profesional que se origina en la Universidad donde ella estudio … lo que si podemos decir es que éticamente ese razonamiento esta descalificado, que moralmente no responde a un rigor profesional de un periodista que respete la verdad y la informe. Lo que hace la Sra. Palacios, es descalificarse así misma –en este caso- y no por ello voy atribuirle a la Católica los vicios tendenciosos que la "adornan", y, que con toda seguridad la ubican en el tercio inferior de un periodismo honesto, orientador y comprometido con la verdad.

Fraternalmente

Daniel Bautista A.


Otro comentario fue en cuanto a una petición a las autoridades de la UNFV de una reacción al respecto:

Y, sin embargo, la UNFV debería elaborar un pronunciamiento publico. No escapa al ojo agudo el subtexto racista / clasista de las declaraciones de esta mujer. Su intención era menospreciar al Dr. Chang, un hombre a quien ella probablemente cholearía si no fuera porque él es ministro. Y un hombre que tiene un récord profesional mucho más impresionante que el de ella, quien como buena egresada de La Católica, se beneficia de todos los "contactos y amigazos" que hizo en sus años de estudiante para estar donde esta...

Ocelle

También estuvo presente el tema de la poca identidad de la mayoría de estudiantes de la UNFV con su propia universidad, en una reacción expresada a un profesor, que me llegó con copia a mi correo:

... repítelo en tus clases jajaja, a ver si formas a tanto chico que se siente menos por estudiar en la “Villa” y no en una universidad particular y tienen "podridos" a sus padres con el traslado.

Elva Luisa

Por último, está el tema de que quienes tienen el control de los medios de comunicación, no son comunicadores; y el del tercio superior, que no define de ninguna manera que quienes se ubiquen en esa posición sean los más competentes:

Estimado Víctor, he leído con satisfacción tu nota aclaratoria al diario Peru21, coincido contigo en que no siempre quienes forman parte del tercio superior son los mejores profesionales o quienes contribuyen al desarrollo de su comunidad o del país. Conocemos que de nuestra UNFV han egresado profesionales brillantes así como verdaderos maestros.

Ten siempre presente que el "desliz" cometido por la persona que suscita esta aclaración, forma parte del sinnúmero de "deslices" cometidos por la mayoría de conductores de programas periodísticos cuya formación no es la de un verdadero profesional de la comunicación.

Con afecto

Antonieta.

Quiero aclarar que no tengo nada contra la PUCP. Me parece una de las mejores universidades del país, y tengo muchos conocidos con quienes tengo una excelente relación de amistad, y la certeza de que son muy competentes en sus profesiones. Hay que separar la paja del trigo. En la viña del Señor hay de todo.

viernes, 11 de abril de 2008

Flamengo ganó la guerra psicológica

Desde que se realizó el sorteo de los grupos para la presente Copa Libertadores, los dirigentes del Flamengo del Brasil sabían que un probable rival de su grupo sería Cienciano del Cuzco. Esto se confirmó cuando el cuadro imperial eliminó a su similar uruguayo del Wanderers, al vencerlo 1-0 en las alturas del Cuzco, y empatar a cero en Montevideo.

Flamengo conocía que Cienciano era el cuadro a vencer. Porque con Bolognesi (el otro integrante del grupo, también peruano) no tendría muchos problemas, mientras que con Nacional de Uruguay ya se conocía cuál sería el menú: los charrúas los vencerían en el Centenario, y luego el ‘Fla’ se vengaría en el Maracaná. Y así sucedió. Entonces, había que robar algo en la capital del Tahuantinsuyo.

Tras esta interesante lectura del panorama deportivo, su presidente, Marcio Braga, emprendió una campaña en contra de la altura, y se inclinó por vetar los estadios a más de 2 mil 500 metros. Puso los argumentos clásicos: que la altura ocasiona daños en la salud, que los jugadores regresan mareados, que por aquí, que por allá. Desde febrero pasado le puso condimento al duelo con los rojos del Cuzco. Incluso amenazaron con no presentarse al partido. Pero obviamente no lo iban a hacer.

Los del Cuzco respondieron a estos dimes y diretes, comenzando desde su inefable ¿presidente o dueño? Juvenal Silva, y el mismo director técnico Franco Navarro, respondieron a lo manifestado por Braga, e incluso amenazaron con demandarlo. Este ambiente generó un exceso de confianza entre los jugadores desde antes del partido, pues se convencieron de que los brasileros tenían miedo de jugar en las alturas del Ombligo del Mundo. Y que en la primera de cambio los pasarían por encima.

Ese era, en efecto, el objetivo de Flamengo. Hacer crecer el exceso de confianza de los cuzqueños quienes, tanto en el campeonato local como en la Libertadores, no habían cedido un solo punto en el Garcilaso de la Vega. Y justo el clíamx de la autosuficiencia llegaría en este trascendental partido, ante un rival que había entrado a la cancha “temeroso” de entrada.

Sin embargo, Flamengo no fue nada temeroso. Mientras que Cienciano salió al verde con la certeza de que golearía a los brasileritos asustados por la altura (¡Qué ironía! En fútbol, ¡Brasil es Brasil, hombre!), el “Mengao” fue con todo al terreno de juego. Y tuvo un buen primer tiempo, con varias llegadas al pórtico de “Chiquito” Flores. Los cariocas no tuvieron miedo a la altura para nada, mucho menos al rival. Incluso dominó las acciones en el primer tiempo.

Esto hizo recordar a los hinchas el desempeño que tuviera el River Plate argentino en la final de la Copa Sudamericana, en aquella recordada final en que Cienciano lo derrotó y logró una hazaña histórica, la de ganar este trofeo. El equipo de la banda sangre se dio con todo en el primer tiempo, y en el segundo tiempo terminaron cansados. Por eso, todos creyeron que se podría repetir la historia.

Lamentablemente, los rojos ya no eran los mismos del 2003. El tiempo complementario fue momento en el que se notaron todas sus deficiencias, las cuales los rojinegros aprovecharon para clavar tres puñales en forma de gol, en el corazón de los incaicos.

Se acabó el partido y se acabó también el teatro de los brasileros, quienes además de lograr su clasificación anticipada a los Octavos de Final de la Copa Libertadores (así se llama, olvídense de Santander), fingieron ser las ovejas más medrosas, y al final se convirtieron en los lobos más rapaces que punzaron sus dientes afilados en las carnes de un Rojo ahora herido de muerte, que intentará no perecer, sino salir victorioso en el Centenario de aquí a unos cuantos días.

martes, 8 de abril de 2008

Perú obtiene grado de inversión, ¿y qué?

El Perú obtuvo la semana pasada la calificación del grado de inversión, de parte de la agencia financiera Fitch Ratings. Esto quiere decir que nuestro país ha demostrado tener una solvencia al 100 % para cumplir con sus compromisos financieros, y que los inversionistas extranjeros pueden poner sus capitales en el país con confianza.

Esta noticia ha sido celebrada por el ministro de Economía, Luis Carranza, quien ha manifestado que ahora aumentarán las inversiones en el Perú, lo cual generará, según Carranza, la situación del empleo. A este coro se han sumado el empresariado nacional y el mismo gobierno en conjunto. Ahora dicen que dos financieras más nos den ese aval, para estar en los mismos estándares de Chile y México, únicos países que han sido aprobados con este grado (¿?).

Esto no debe sorprender, pues deja en claro que esta es una consecuencia de las políticas de orden fiscal en la macroeconomía, las cuales se han mantenido, sea en gobiernos autoritarios o democráticos, desde 1990.

Sin embargo, nadie dice que estas políticas son las que han causado más exclusión y miseria en nuestro país. Por más maquillaje que le pongan con este tema del grado de inversión, las cifras no mienten: tenemos todavía entre 40 y 50 por ciento de la población en estado de pobreza, y casi 20 por ciento en estado de indigencia.

Este es el resultado del Estado neoliberal que nos gobierna desde 1990. Y es el que no quiere ver ni el gobierno ni los empresarios, que ahora están más aliados que nunca. El grado de inversión sólo sirve a los intereses de los grandes capitales, más las grandes mayorías no reciben ni un átomo de gotas del famoso “chorreo”. Incluso muchos conciudadanos y conciudadanas desconocen qué es el famoso grado de inversión.

Mientras las services continúen haciendo y deshaciendo; el salario mínimo no aumente, los trabajadores sigan sin beneficios laborales, la industria y el capital nacionales sigan estancados, en beneficio del capital foráneo (que es necesario, pero no es el único); los que ganan más, paguen más impuestos, y las grandes mayorías sigan aisladas del desarrollo que tienen Lima y el “sólido norte”, de nada servirán estas condecoraciones honrosas. Ojalá surjan organismos parecidos, que den este tipo de premios, pero para aquellos países que van eliminando su pobreza, haciendo énfasis en los programas sociales y la justicia económica.

Un dato más: Chile y México han alcanzado grado de inversión antes que el Perú, e incluso han reducido su indigencia, como es el caso de los del sur; pero son los países de América can mayor desigualdad social, donde las diferencias entre ricos y pobres se han ensanchado más. Donde el que nació pobre, se jodió. ¿Ese es el camino que queremos para el Perú?

miércoles, 2 de abril de 2008

Ni pan, ni libertad

El presidente Alan García ha afirmado que el extinto fundador y líder aprista Haya de la Torre haría en la actualidad lo que viene haciendo este gobierno. Este comentario, en lo personal, ha causado sorpresa. Y seguramente que muchos de quienes conocen los principios ideológicos del APRA (sean militantes, simpatizantes y hasta detractores) también han tenido esta misma sensación.

En primer lugar, el primer principio del APRA (en siglas Alianza Popular Revolucionaria Americana) es la Acción contra el Imperialismo. En la época del Haya de la Torre, fundador del aprismo, estos imperialismos eran los Estados Unidos y la Unión Soviética. Luego de la caída del bloque soviético, quedó solo el país del norte de América (aunque debilitado ahora), y ahora tenemos una Unión Europea sólida (aunque poco imperialista), y la China como potencia emergente. Ante estas potencias, García solo ha demostrado sumisión y resignación. Ha callado en todos los idiomas ante los abusos de Bush en Irak, e incluso ha justificado la agresión de China ante los tibetanos. No se le pide que se enfrente de manera abierta a lo Chávez, pero sí que presente una posición firme ante este tipo de abusos de los actuales “imperialismos”.

Luego, está el de la Unidad Política de América Latina. Haya sostenía que para resistir los embates de los imperialismos, era imprescindible la unión entre los 20 países latinoamericanos, para negociar de igual a igual. Paradójicamente, García solo mantiene como aliado del Perú a Colombia, y un poco con Ecuador gracias a la empatía (mas no sintonía) con su presidente Correa. Del resto del continente, nada que ver. Encima, lanza puyazos tras bambalinas a Venezuela y Bolivia, y cuando fue a España, pidió a la Unión Europea concretar el TLC solo con Perú, dejando de lado a los hermanos de la región Andina.

Por la nacionalización de la tierra e industrias, es el tercer punto de las ideas del aprismo. Nadie pide ahora que García ahora estatice y nacionalice todo. Son otras épocas. Pero tampoco que privatice todo lo posible (y todo lo que queda), como pretende hacerlo con la famosa “Ley de la Selva”. Tampoco se nota que el actual gobierno esté impulsando la industria nacional, por el contrario, la debilita, al concentrarse solo en la llegada del capital extranjero.

Cuarto punto: La internacionalización del canal de Panamá. Es un tema ya superado: el canal ya es panameño desde 2000. Fue una bandera que Haya enarboló hasta su muerte en 1979. Pero García podría preocuparse porque no hayan bases militares norteamericanas en Paraguay, por ejemplo. No dice ni jota sobre el asunto.

Por último, está la solidaridad con las pueblos y clases oprimidas del mundo. ¿Se puede decir que García tiene solidaridad con un pueblo como el Tibet, que recibe una represión de parte de la abusiva China en pleno siglo XXI, en la que hay varios detenidos e incluso muertos? Mas bien ha justificado el abuso, porque ha manifestado que “quieren boicotear los Juegos Olímpicos”. Por cierto, el presidente del Brasil, Lula Da Silva, ya anunció que no irá a Beijing cuando se inauguren los Juegos. ¿Acaso Alan ha manifestado su solidaridad con Irak?

Resumiendo, el famoso lema del APRA, “Pan con Libertad”, ya pasó de moda. Haya decía que un pan no se podía comer sin libertad; y a la vez que de nada valía la libertad, si no había pan. Ni la justicia social, representada por el pan, ni la democracia, que equivale a la libertad, están siendo promovidas por el gobierno de García, a casi dos años de su gestión. Mas bien promueve la idea de que el mercado resuelve todo, sin que el Estado casi intervenga (y si interviene solo es para ideas populistas); y tampoco el sistema democrático, pues se ha aliado con la derecha, con la cual viene gobernando, y con la promueve persecución contra todo el que se oponga (ONG’s de derechos humanos o pro-chavistas), sea por la legal, o por sus famosos artículos de los Perros del Hortelano.

Es cierto que los tiempos cambian. Pero los principios quedan, y son adaptables al curso de las épocas. Por ello, García no puede decir que todo lo que él esta haciendo (y no el APRA) lo hubiera hecho Haya. Una cosa es adaptar los tiempos, y otra cosa es hipotecar las ideas, a cambio de voltearse a la derecha de la manera más descarada.