sábado, 30 de enero de 2010

Tony Blair sin mea culpa


El otrora líder del laborismo británico y ex primer ministro Tony Blair no se arrepiente. Acaba de decir que estaba plenamente justificada la invasión del ejército de los Estados Unidos a Irak en marzo del 2003. Y también piensa lo mismo del apoyo que brindó su país cuando fue gobernante.

Y no solamente ha dicho eso, sino que sostuvo que si estuviera ante una situación similar, lo volvería a hacer. Además, ha manifestado su satisfacción por haber colaborado en el derrocamiento del extinto presidente iraquí Saddam Hussein.

Estas fueron las declaraciones del ex primer ministro británico ante la comisión que investiga la participación de Gran Bretaña en la invasión (ojo, no fue guerra como dicen algunos medios) a esta nación árabe del medio oriente.

No mostró arrepentimiento. No pareció tener remordimientos. Estaba en sus trece. Todo esto pese a que carga sobre sus hombros el repudio de gran parte de una nación que le exigió, hace siete años, que su país no interviniera en tal conflicto. Esa misma nación que reclama por sus cientos de caídos en una incursión abusiva.

Es cierto que Tony Blair ya comenzaba a ser impopular poco antes de su polémica decisión de hacer participar a su país en el conflicto en Medio Oriente. Pero esta acción ha determinado el repudio de la mayoría de sus compatriotas. Y por si fuera poco, activistas de derechos humanos han pedido que sea detenido y enjuiciado por su participación en el asunto de Irak.

Sin duda alguna, estamos ante el ocaso de un político que tuvo un comienzo brillante, y que ahora es repudiado no sólo por sus compatriotas, sino por la comunidad internacional, que por esos años marchaba en muchas partes del mundo exigiendo que tal invasión, tal abuso contra una pequeña nación como Irak, no se diera. Sin embargo, no solo Blair, sino el impresentable George W. Bush y el mismo José María Aznar hicieron caso omiso al mundo, y a la misma ONU que no había aprobado nada en ese sentido.

Lo más lamentable es que Blair no proviene de un partido de derecha en su país. El ex primer ministro británico fue líder del Partido Laborista, que tiene vínculos con la socialdemocracia, más cercana a valores como la justicia social, la solidaridad, y la defensa de los derechos humanos.

Sin embargo, nada de eso importa a la hora de hacer negocios. Desde que dejó el cargo en el año 2007, Blair es contratado para dictar conferencias y charlas sobre política en diversas partes del mundo, nada menos que por la JP Morgan (financiera que definitivamente debe estar vinculada a negocios con petroleras), así como por otras aseguradoras. En tres años ha hecho nada menos que 11,5 millones de euros.

Y es que el interés de Bush, Blair, Aznar y compañía no era restablecer la democracia en Irak. El poder sobre el petróleo era su ambición.

Cuando se ha conseguido algo, es imposible hacer meas culpas. Sino pregúntenle a Tony Blair.

Foto: El País de España.

viernes, 29 de enero de 2010

Los habitantes de los alrededores del Cusco también existen

Voceros del gobierno han salido a resaltar el rescate de casi mil 500 turistas en un solo día, luego de varios días de haber estado varados como consecuencia de las lluvias e inundaciones en el Cusco. El presidente Alan García ha dicho que no hay que caer en alarmismos (¿?) luego del desastre ocurrido en la ciudad imperial.

No está mal que se rescate a los turistas. Son vidas humanas, gente que debe haber vivido la terrible experiencia de estar a la deriva tan lejos de su país. Es lógico que algunos hayan reclamado con mucha energía, e incluso, irracionalidad; pues la situación ha sido realmente fea.

Sin embargo, esto ya está perjudicando al turismo, que debiera ser una de las industrias fundamentales que ayude al desarrollo de nuestro país. Los políticos parecen creer que nos basta con lo que crearon nuestros antepasados, y que sólo eso atraerá a los visitantes del exterior. También se necesita seguridad y tranquilidad.

También creen nuestros políticos (y nuestras políticas como Lourdes Flores y Mercedes Aráoz) que sólo las inversiones salvarán al Perú, parafraseando aquella famosa frase aprista de la época de las catacumbas. Pero sin ese tipo de seguridades, también se esfumarán. Y allí los culpables no serán ni Humala, ni la CGTP y compañía.

Pero no sólo importan lo que nos dejen como recursos los turistas y los inversionistas, que igual se irán espantados del país si se siguen dando estas fallas en cuanto a previsión se refiere.

También importa la gente que vive en los alrededores de la ciudad imperial.

Desde siempre, el Cusco ha sido uno de los principales (sino el único) puntos turísticos del país. La ciudad está organizada de tal manera que todo está a la disposición del turista (lo cual no es malo), pero a la vez descuida y se desentiende de mucha gente que vive en los alrededores, en condiciones de pobreza, e incluso, indigencia. Ningún beneficio del turismo llega hacia ellos.

Y ahora muchos de esos mismos pobladores han quedado damnificados con las lluvias e inundaciones. Estos necesitan del inmediato apoyo del gobierno central y del regional, pues muchos han perdido lo poco que poseían. Ellos también importan, también son personas igual que los turistas.

Pero eso no parece importarles a las autoridades. Como dice García Pérez, no hay que caer en alarmismos.

jueves, 28 de enero de 2010

Entre Pisco, Cusco y Haití

Es realmente vergonzoso que el gobierno alanista se esmere por demostrar que lo tiene todo al enviar con pompa y laberinto ayuda humanitaria al destruido pueblo de Haití, y que a la vez no tenga respuestas ante la inesperada situación en el Cuzco luego de los desastres naturales ocurridos en esta ciudad.

Y mucho más vergonzoso es que, dos años y medio después del terremoto en Pisco, la ciudad continúe casi igual. Esto demuestra la ineficiencia del gobierno, además de quedar en evidencia indicios de corrupción, puesto hasta ahora nos preguntamos por qué no se han reconstruido muchas casas, y qué se hizo con la ayuda. Esto sin dejar exentos de responsabilidad al gobierno regional de Ica y la municipalidad provincial.

Lo de Cusco y Pisco demuestra no sólo la ineficiencia de los gobiernos tanto central y local, sino que el aparato estatal y descentralizado no funciona. Pese a los millonarios recursos destinados a las regiones para que ejecuten obras de infraestructura, los gobiernos regionales han podido utilizar poco de esto debido a que no tienen capacidad de gestión.

Esto no es sólo culpa de los gobiernos regionales, sino del mismo gobierno central, que, encabezado por Alan García, ha preferido lavarse las manos entregando dinero por montones y no se ha esmerado (al menos) en dar herramientas técnicas y legales a éstos para que hagan una buena utilización de los recursos. Populismo puro.

Porque lo de Cusco se pudo evitar. Se sabía que los ríos tendrían crecidas. También se conocía que es época de lluvias. Se pudo haber construido algo para frenar el avance del río. Pero no se hizo.

No está mal enviar ayuda humanitaria a Haití, una nación que parece no sólo ser castigada por las abusivas potencias y su paupérrima clase política, cuyo resultado es encontrarse como el país más pobre de América (este es un tema para otro artículo); sino por la misma naturaleza.

Lo grave es querer limpiar la casa del vecino y ser incapaces de limpiar la nuestra.

martes, 26 de enero de 2010

130 días sin escribir: para no olvidar

El título de este artículo da a conocer el tiempo transcurrido en el que este servidor dejó de escribir artículos en esta tribuna. Desde las múltiples ocupaciones que tuve en los últimos tres meses del año pasado, hasta la flojera, son parte de las razones por las que no se "posteó" absolutamente nada.

Y en ese lapso sucedieron muchas cosas en el Perú y el mundo (que es lo que más interesa, y no lo que me pase a mí). Allí tenemos a un "exitoso" alcalde que llegó a ser ministro de Estado, casi cerca de la gloria, y caer hasta los abismos más profundos del desprestigio político y personal, tras descubrirse sus vínculos con BTR, la empresa que "chuponeaba" al gobierno aprista y que, por cierto, descubrió el "faenón". Nada menos que Francis Allison, quien no contento con hundirse más en el fango, a su salida de los Estados Unidos no declaró que sacaba US$ 50 mil, y está con problemas judiciales por esos lares.

Otro suceso fue la asunción de la "Miss Nistra" Mercedes Aráoz como titular de la cartera de Economía, convirtiéndose en la primera mujer en desempeñar este cargo. Este hecho fue marcado por la polémica, y no por que doña Meche sea una dama (de hecho que lo es), sino que previo a esto se dio la salida, entre sombras, de su antecesor Luis Carranza, quien al parecer se había negado a los caprichos del presidente García, justo cuando estamos ad portas del año electoral.

Además de esto, no hay que olvidar que Aráoz ha sido parte del gabinete durante todo el gobierno de García; primero en Comercio Exterior y Turismo (impulsando los TLC) y luego en Producción. También se sindica como una de las responsables de los sucesos violentos en Bagua, al insistir en que la derogación de los decretos cuestionados por las comunidades indígenas acarrearía problemas con respecto al TLC con Estados Unidos.

Tampoco olvidemos los escandaletes a los que nos sometió la prensa chicha (y también parte de la seria) como el del caso Fefer, donde dos chicas de la alta sociedad limeña están en prisión acusadas de haber asesinado a una mujer millonaria de origen judío para quedarse con su fortuna. Luego de toda la cobertura mediática, este caso no aparece ni en los avisajes de los diarios. Además de otras noticias sin mayor importancia que no mencionaré (eso para la revista de Magaly).

Hay otras perlas recientes: la candidatura de Jaime Bayly a la presidencia de la República (chiste o no, si se presenta hay que votar por él para dispersar aún más el voto de la derecha); la ratificación de la condena a Alberto Fujimori por violaciones a los derechos humanos; el inexplicable indulto al empresario José Enrique Crousillat; el lamentable terremoto en Haití y "conciencia" de nuestros políticos de enviar ayuda allá cuando en Pisco no han hecho casi nada por mejorarlo dos años después de la catástrofe...

Lo cierto, es que después de todo, sirvió de algo que no escribiera por tanto tiempo. Para que, humildemente desde esta trinchera, se puedan hacer recordar algunos sucesos de los cuales nos olvidamos debido a la vorágine de los medios, que parecen cantar al ritmo de Alan, Tongo y compañía, y a nuestra tradicional desmemoria.