martes, 10 de abril de 2007

¿Otro cinco de abril?


Luego de dos meses “negros” de escándalos en el gabinete ministerial, y el “papelón” que ha hecho Jorge Del Castillo con el nombramiento y posterior destitución de un personaje inhabilitado como es Alberto Pandolfi, se viene la primera acción seria y articulada de la oposición, luego de ocho meses y medio de no dar pie en bola: la interpelación y posible censura al gabinete. Como sabemos, si Del Castillo llega a ser censurado, todos los ministros que lo acompañan también saldrán de sus puestos.

Sin embargo, este escenario parece creado y calculado, y evidentemente que el autor intelectual de estos hechos podría ser nada más y nada menos que el mismo presidente Alan García.

Siendo conocido que uno de sus mayores defectos es su egocentrismo, y el querer estar siempre dentro de la escena es una característica muy suya, ha sabido proyectarse y ganarse un cierto respaldo de la población, gracias a manifiestos y medidas de corte mediático, tales como su propuesta de la pena de muerte para los violadores de menores de edad y terroristas, y la reducción de los sueldos de las autoridades (primero él y los congresistas, y luego los alcaldes).

Pero Alan sabe que esto no es suficiente. Tiene la necesidad de ser solamente él quien sea el protagonista. Por eso, dejó al Partido Aprista a su suerte en las elecciones regionales y municipales de noviembre pasado, para demostrarle a los compañeros que sin su presencia, el APRA no es nada.

Ahora lo ha hecho con Jorge Del Castillo. Olvidó que fue su heroico defensor durante diez años, y sopesó más el hecho de irlo opacando, al observarse una aceptable labor al frente de la PCM. Por ello, le ha sembrado estas bombas, y ha evitado tocar estos temas, haciendo parecer que el Jefe de Gabinete es el único responsable. ¿O acaso no sabía García del asunto de los patrulleros y las ambulancias adquiridas irregularmente, o del nombramiento de Pandolfi? ¿Por qué nombró a un político experimentado como Luis Alva Castro en Interior?

Esta situación la ha fabricado Alan García, en complicidad con otros actores (incluido Luis Giampietri). Está dentro de las posibilidades el hecho que Del Castillo resulte censurado. Este hecho puede generar una crisis política, pero al señor Presidente no le afectará. Nombrará otro gabinete luego, al que después pondrá contra las cuerdas, como lo está haciendo con el actual. Se producirá una situación parecida a la que vemos, y este gabinete otra vez será censurado, puesto que el APRA no tiene mayoría, y es posible que en aquellos momentos ya no cuente con el apoyo del fujimorismo y algunos sectores de Unidad Nacional.

Según la Constitución, cuando son censurados dos gabinetes de manera consecutiva, el Presidente está facultado para disolver el Congreso. Lo puede hacer. Y con gusto: La última encuesta le da a la actual titular del Legislativo, Mercedes Cabanillas, una aprobación del 66 %, superior a la de García, de 61 %. Es que en el APRA debe mandar García. Si no, no es nada.

Al parecer, esto es lo que busca el Presidente. Estemos atentos a cualquier intento de esta naturaleza.

PD: Señor Alan García: Las movidas políticas están bien para la época electoral, y en algunas situaciones dentro del gobierno, pero deje de buscar protagonismo de esas formas, poniéndole trabas a sus propios compañeros. Dedíquese a trabajar por el país, y por eliminar los inmensos bolsones de pobreza que existen: para eso fue elegido. Deje trabajar también a los que están trabajando bien. Basta ya.

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