viernes, 6 de abril de 2007

El vía crucis de Del Castillo (¿el primero en caer?)


El nombramiento de Alberto Pandolfi, ex hombre fuerte del segundo régimen de Alberto Fujimori, como director del Programa de Reducción de Vulnerabilidades frente al Evento Recurrente de El Niño, dependencia de la Presidencia del Consejo de Ministros, le ha ocasionado más de un dolor de cabeza a su titular, Jorge Del Castillo. Le han caído bombas de todos los sectores, desde los opositores al régimen aprista, y hasta de su propio partido.

En el caso de los opositores, el“palo” le cayó por el lado de los medios de comunicación de clásica tendencia contraria al APRA, y también de los antifujimoristas. Recalcan que esto refuerza cada vez más la idea de que el gobierno está aliado con los sectores afines a Fujimori. En su defensa, Del Castillo ha tenido que salir al frente para anular dicho nombramiento, y reconocer que esto constituye “un error político”, convirtiéndose una vez más en bombero.

Sin embargo, dentro del gobierno también lo han “maleteado”. Primero apareció el congresista del APRA, Mauricio Mulder, quien salió a declarar que le parecía mal que un hombre como Pandolfi, que fuera titular de la PCM entre 1996 y 1999 en pleno régimen fujimorista, fuera nombrado en un cargo público. Mulder aprovechó el momento para resucitar un poco ante la opinión pública, para recuperar el crédito como uno de los líderes del Partido, ante su antagonista Del Castillo.

Del Castillo se defendió, revelando que Pandolfi fue nombrado para supervisar las acciones preventivas contra el fenómeno del Niño, a sugerencia del primer vicepresidente de la República, Luis Giampietri. El invitado del APRA (más de Alan García), aún metió más leña al fuego, cuando dijo que Pandolfi había tenido oficina y secretaria dentro de la PCM, hecho que Del Castillo tuvo que salir a desmentir inmediatamente.

Finalmente, para consolidar el vía crucis, apareció la presidenta del Congreso, Mercedes Cabanillas, a criticar este mismo hecho, al recordar (como lo hicieron todos los medios de comunicación) que Pandolfi estaba suspendido por diez años, desde 2003, para ejercer cargos en el Estado, en decisión tomada por el Congreso. Además, agregó que Del Castillo no podía desconocer los acuerdos del Poder Legislativo, y que por ello tenía que responder ante esta instancia del Estado.

Por último, apareció el presidente Alan García, dispuesto a bajarle la llanta a Del Castillo, prefiriendo siempre aparecer él como protagonista y opacar la labor de otros actores de su gobierno, y olvidando que el popular “Jorgito” lo blindó y defendió durante diez años. Alan también reconoció que fue un “error grave” lo ocurrido con Pandolfi, pero añadió que Del Castillo “se defiende solo”, dejándolo sin respaldo.

Todos aprovecharon para “crucificar” al premier, justo en semana santa. Parece que se hubieran puesto de acuerdo todos los rivales políticos del titular de la PCM para llevarlo al calvario. Giampietri y Mulder no le perdonan que haya dicho sí a las propuestas realizadas por aquellos que denominan “caviares”. Cabanillas aprovecha la tribuna que tiene como titular del Congreso para dejar en claro que quiere algo más que un liderazgo reconocido dentro del APRA. Y claro, naturalmente, Alan siempre quiere tener el protagonismo, y por eso busca opacar a quien fuera su acérrimo defensor en los ’90. Todos estos hechos, añadidos a lo ocurrido en los meses anteriores, están ocasionando el desgaste de Del Castillo al frente del gabinete ministerial.

Encima, la última encuesta de la Universidad de Lima lo pone por debajo de García, a quien aprueba el 61 % de los entrevistados, y Cabanillas, respaldada por el 66 %; Del Castillo apenas logra 44 % de aprobación a su labor. ¿Uno menos en la carrera hacia la candidatura presidencial aprista de 2011? Porque es un hecho que todos están peleando por esto. El tiempo dirá si el premier se recompone.

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