Hoy pensábamos tratar el espinoso caso de la boda de la hija del ex presidente Alberto Fujimori, pero despertamos con la noticia de un sorpresivo terremoto ocurrido en Chile, de 8,8 grados en la escala de Richter. El sismo tuvo su epicentro a 90 km al oeste de Concepción, con 56 km de profundidad, y ocurrió a las 3.44 hora local. Hasta el momento se reportan más de 300 fallecidos, y graves daños en carreteras y edificios, sobretodo en la parte sur del país.
Inmediatamente, la presidenta chilena Michelle Bachelet se dirigió hacia la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (Onemi), para corroborar cuáles eran las consecuencias del terremoto. En primer lugar, la mandataria sureña prefirió guardar prudencia y manifestó que por el momento no necesitarían ayuda humanitaria, puesto que primero querían tener la información necesaria sobre la magnitud de las pérdidas materiales y humanas, y si en caso se necesitara se podría precisar de ese apoyo.
En segundo lugar, el gobierno chileno ya cuenta con un sistema de defensa civil (Onemi) que está preparado para estas eventualidades.Y a la vez, varios ministros son parte de una comisión de alto nivel en estos casos. Amigos de Chile me cuentan que el Estado ha sabido responder inmediatamente para socorrer a los damnificados.
Evidentemente, Chile se encuentra mucho más preparado que nuestro país para estos terremotos. Habiendo experimentado catástrofes como las de 1960 y 1985, el Estado ha preparado un sistema de contingencia que funciona. Y también cuenta con reglas claras para temas de construcciones, en las cuales se exige ciertos estándares para que sean antisísmicos.
Pese a esto, no se ha podido evitar la destrucción que se ha visto por la televisión, así como los centenares de muertos. Pero de lejos se nota más preparación.
Cuando ocurrió el lamentable terremoto del 2007 en el Perú, que afectó las ciudades de Pisco, Chincha e Ica, el Estado peruano tuvo una reacción lenta. En vez de estudiar los daños materiales y humanos, inmediatamente se recibió la ayuda económica y humanitaria, lo cual fue un verdadero caos. El desorden y la lentitud en la entrega estuvieron a la orden del día. El Gobierno central y los gobiernos locales comenzaron a pelearse y no trabajar juntos, debido a que no están bien definidas las competencias de cada instancia.
Encima, se creó un ente burocrático, llamado Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) presidido por el empresario Julio Favre, que fue mucho más lento en su accionar. Mejor hubiera sido delegar la función al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Pero no se hizo. Este ente fracasó, y Favre finalmente presentó su renuncia. Han pasado más de dos años y medio, y Pisco sigue casi igual que después del fatídico 15 de agosto del 2007. Además, existen muchas denuncias de corrupción en las entregas de ayuda, sumado a que mucha gente sigue viviendo en casas prefabricadas debido a que hasta ahora no han podido reconstruir las suyas.
Evidentemente, en Chile la situación está difícil. Ya se cuentan varios millones de damnificados, y la mitad del país está declarada en emergencia. Pero el Estado está presente, y es más eficiente. Aquí nos falta organización y sobretodo, criterio, pues ¿cómo es posible que el Ministerio de Economía y Finanzas no haya querido entregar una partida a Defensa Civil? Hace falta más Estado y menos neoliberalismo.
Inmediatamente, la presidenta chilena Michelle Bachelet se dirigió hacia la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (Onemi), para corroborar cuáles eran las consecuencias del terremoto. En primer lugar, la mandataria sureña prefirió guardar prudencia y manifestó que por el momento no necesitarían ayuda humanitaria, puesto que primero querían tener la información necesaria sobre la magnitud de las pérdidas materiales y humanas, y si en caso se necesitara se podría precisar de ese apoyo.
En segundo lugar, el gobierno chileno ya cuenta con un sistema de defensa civil (Onemi) que está preparado para estas eventualidades.Y a la vez, varios ministros son parte de una comisión de alto nivel en estos casos. Amigos de Chile me cuentan que el Estado ha sabido responder inmediatamente para socorrer a los damnificados.
Evidentemente, Chile se encuentra mucho más preparado que nuestro país para estos terremotos. Habiendo experimentado catástrofes como las de 1960 y 1985, el Estado ha preparado un sistema de contingencia que funciona. Y también cuenta con reglas claras para temas de construcciones, en las cuales se exige ciertos estándares para que sean antisísmicos.
Pese a esto, no se ha podido evitar la destrucción que se ha visto por la televisión, así como los centenares de muertos. Pero de lejos se nota más preparación.
Cuando ocurrió el lamentable terremoto del 2007 en el Perú, que afectó las ciudades de Pisco, Chincha e Ica, el Estado peruano tuvo una reacción lenta. En vez de estudiar los daños materiales y humanos, inmediatamente se recibió la ayuda económica y humanitaria, lo cual fue un verdadero caos. El desorden y la lentitud en la entrega estuvieron a la orden del día. El Gobierno central y los gobiernos locales comenzaron a pelearse y no trabajar juntos, debido a que no están bien definidas las competencias de cada instancia.
Encima, se creó un ente burocrático, llamado Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) presidido por el empresario Julio Favre, que fue mucho más lento en su accionar. Mejor hubiera sido delegar la función al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Pero no se hizo. Este ente fracasó, y Favre finalmente presentó su renuncia. Han pasado más de dos años y medio, y Pisco sigue casi igual que después del fatídico 15 de agosto del 2007. Además, existen muchas denuncias de corrupción en las entregas de ayuda, sumado a que mucha gente sigue viviendo en casas prefabricadas debido a que hasta ahora no han podido reconstruir las suyas.
Evidentemente, en Chile la situación está difícil. Ya se cuentan varios millones de damnificados, y la mitad del país está declarada en emergencia. Pero el Estado está presente, y es más eficiente. Aquí nos falta organización y sobretodo, criterio, pues ¿cómo es posible que el Ministerio de Economía y Finanzas no haya querido entregar una partida a Defensa Civil? Hace falta más Estado y menos neoliberalismo.
(Video de BBC Mundo)
2 comentarios:
cierto!!! en Chile hubiera podido morir muchas más gente si no hubieran estado preparados,además de los que has mecionado, contaban con preparación ciudadana,la gente sabía lo que tenía que hacer,como evacuar,lo cual me asombra,pq en Chile no se producía un sismo de similares magnitudes desde el 85,mientras aquí en Perú nunca estamos preparados a pesar que estamos en mayor peligro,en area sísmica,ni los ciudadanos en general tenemos un plan, ni tenemos líderes competentes lamentablemente.
Me parece percepciones sobre una realidad..con puntos de vista sesgados. Usted reconoce el nivel de preparacion de Chile, cuando observamos que el alerta de tsunami, fue descartado por la Presidenta Bachelet, esta 24 horas TV de Chile, y esta seria la razon por la que miles de personas continuen desapercidas en la varias regiones al sur de Chile.
Ademas, usted habla de prudencia del Gobierno de Chile, cuando en la realidad sus autoridades no sabian que es lo que estaba sucediendo en sus regiones sureñas, debido a la interupcion de las comunicaciones. Adicionalmente, la ONEMI no tiene planes para situacion de sismo, sus esfuerzos estan orientados al manejo de los bosques y evitar los incendios forestales, asi que su lectura de las noticias, esta totalmente equivocada.
Habla de sistemas constructivos mas eficientes, y las imagenes difundidas de los edificios colapsadas, nos hacen suponer falta de supervision en la etapa constructiva, debido a la forma de quiebre de las columnas y desplzameitno de lozas de concreto.
Lo que es meritorio reconocer es el manejo de la informacion publica, los periodistas, han evitado magnificar los hechos, que ya de por si son cuantiosos y muy graves, a diferencia de lo que ocurre en nuestro pais. Los niveles de preparación no depende de las autoridades, es un deber ciudadano el tomar conciencia de la alta vulnerabilidad de nuestro pais.
El Sistema Nacional de Defensa Civil del Peru, posee experienoia y nos demuestra segun su pagina web, los esfuerzos de difusion y divulgacion de las medidas que debemos adoptar en casos de desastres.
Considero que usted esta haciendo honor al Titutlo de su Blog, Ha Metido la Pata..una vez
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