Cuando falta poco más de dos meses para las elecciones municipales y regionales, parece que sólo hubieran dos candidatos rumbo a la alcaldía de Lima. Al menos eso se nos muestra en los canales de televisión, los periódicos y la radio.
Se trata de Lourdes Flores y Álex Kouri. Ambos tienen una conocida trayectoria política en el ámbito de Lima Metropolitana y el Callao; e incluso a nivel nacional. Quizá por eso han recibido más cobertura periodística, en lo que se ha denominado como la batalla “entre la decencia y la corrupción”, en palabras de Flores Nano; o la lucha “entre la ineficiencia y la eficiencia” como lo ha bautizado el ex mandamás del Callao por catorce años.
No obstante, la popular “Lulú” no debe considerarse la única abanderada de la “decencia”; y Kouri tampoco tiene que hacer lo mismo con su supuesta “eficiencia” en sus diez años como alcalde y cuatro como Presidente Regional del Callao. Los demás candidatos también pueden demostrar esos pergaminos; aunque la prensa no les de cabida.
En total son doce aspirantes, pero nos centraremos en algunos que están cerca en las encuestas, y pueden dar la sorpresa.
Tenemos, en primer lugar, a Humberto Lay. Fue candidato presidencial por Restauración Nacional en abril de 2006; y meses después se presentó a la alcaldía de Lima por ese mismo movimiento, proceso en el que quedó en un importante segundo lugar. Ahora vuelve a la pelea por el sillón de Nicolás de Ribera el Viejo, pero tendrá que remar más duro que cuando enfrentó a Castañeda Lossio la vez anterior. El apoyo de Pedro Pablo Kuczynski le puede dar algún empujón.
También está Fernando Andrade por Somos Perú. Fue alcalde de Miraflores en varios períodos. Ahora ha decidido lanzarse a Lima, como lo hiciera su extinto hermano Alberto Andrade, para muchos uno de los mejores burgomaestres que tuvo la capital en los últimos años. Ese legado podría darle algún empujón, pero la cosa está difícil. Y si los medios no lo consideran, mucho peor para él.
Luis Iberico es otro de los aspirantes. Periodista en las décadas del ’80 y ’90, se lanzó a la arena política en el 2000 como opositor a Fujimori. Fue congresista entre 2001 y 2006 por el extinto Frente Independiente Moralizador. Ahora es postulante por Alianza por el Progreso, que lidera al alcalde de Trujillo, César Acuña. Pero parece no tener respaldo en las encuestas, pese a ser un personaje conocido en las facetas del periodismo y la política.
En esta brega hay otra ex aspirante a la presidencia, Susana Villarán. Tras su frustrado intento por llegar a Palacio de Gobierno, con menos del uno por ciento, ahora intentará llegar al municipio limeño. Nadie ha notado que, de entre todos los aspirantes, es la que más ha criticado la gestión de Castañeda Lossio (puede que Lay le siga en ese “ranking”). Su discurso social puede calaren ciertos sectores; pero tiene el estigma (creado por cierta prensa y sus enemigos políticos) de ser “caviar” y “pituca”. Apenas ha sido entrevistada por Rosa María Palacios en un par de ocasiones.
Hay otros candidatos en la pelea, pero tienen menos opción. Pero también deberían tener alguna tribuna; y no sólo por pugnas internas como es el caso de Carlos Roca. Porque la lucha no es sólo entre Lourdes y Kouri. Al ciudadano limeño se le deben mostrar todas las alternativas.
Se trata de Lourdes Flores y Álex Kouri. Ambos tienen una conocida trayectoria política en el ámbito de Lima Metropolitana y el Callao; e incluso a nivel nacional. Quizá por eso han recibido más cobertura periodística, en lo que se ha denominado como la batalla “entre la decencia y la corrupción”, en palabras de Flores Nano; o la lucha “entre la ineficiencia y la eficiencia” como lo ha bautizado el ex mandamás del Callao por catorce años.
No obstante, la popular “Lulú” no debe considerarse la única abanderada de la “decencia”; y Kouri tampoco tiene que hacer lo mismo con su supuesta “eficiencia” en sus diez años como alcalde y cuatro como Presidente Regional del Callao. Los demás candidatos también pueden demostrar esos pergaminos; aunque la prensa no les de cabida.
En total son doce aspirantes, pero nos centraremos en algunos que están cerca en las encuestas, y pueden dar la sorpresa.
Tenemos, en primer lugar, a Humberto Lay. Fue candidato presidencial por Restauración Nacional en abril de 2006; y meses después se presentó a la alcaldía de Lima por ese mismo movimiento, proceso en el que quedó en un importante segundo lugar. Ahora vuelve a la pelea por el sillón de Nicolás de Ribera el Viejo, pero tendrá que remar más duro que cuando enfrentó a Castañeda Lossio la vez anterior. El apoyo de Pedro Pablo Kuczynski le puede dar algún empujón.
También está Fernando Andrade por Somos Perú. Fue alcalde de Miraflores en varios períodos. Ahora ha decidido lanzarse a Lima, como lo hiciera su extinto hermano Alberto Andrade, para muchos uno de los mejores burgomaestres que tuvo la capital en los últimos años. Ese legado podría darle algún empujón, pero la cosa está difícil. Y si los medios no lo consideran, mucho peor para él.
Luis Iberico es otro de los aspirantes. Periodista en las décadas del ’80 y ’90, se lanzó a la arena política en el 2000 como opositor a Fujimori. Fue congresista entre 2001 y 2006 por el extinto Frente Independiente Moralizador. Ahora es postulante por Alianza por el Progreso, que lidera al alcalde de Trujillo, César Acuña. Pero parece no tener respaldo en las encuestas, pese a ser un personaje conocido en las facetas del periodismo y la política.
En esta brega hay otra ex aspirante a la presidencia, Susana Villarán. Tras su frustrado intento por llegar a Palacio de Gobierno, con menos del uno por ciento, ahora intentará llegar al municipio limeño. Nadie ha notado que, de entre todos los aspirantes, es la que más ha criticado la gestión de Castañeda Lossio (puede que Lay le siga en ese “ranking”). Su discurso social puede calaren ciertos sectores; pero tiene el estigma (creado por cierta prensa y sus enemigos políticos) de ser “caviar” y “pituca”. Apenas ha sido entrevistada por Rosa María Palacios en un par de ocasiones.
Hay otros candidatos en la pelea, pero tienen menos opción. Pero también deberían tener alguna tribuna; y no sólo por pugnas internas como es el caso de Carlos Roca. Porque la lucha no es sólo entre Lourdes y Kouri. Al ciudadano limeño se le deben mostrar todas las alternativas.
1 comentario:
Reconozco desconocer casi por completo la política en Per´(no digamos ya en Lima), pero el modelo que dices de bipartidismo (o tener sólo dos opciones) que defienden los medios de comunicación por desgracia se está extendiendo a todos los paises, parece que o elegimos blanco o nero y que no hay lugar para los matices :(
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