jueves, 8 de marzo de 2007

Para todas las mujeres


Por celebrarse hoy el día internacional de la mujer, publico a continuación un artículo en homenaje a la que considero la mujer del Siglo XX en el Perú, por difundir nuestra cultura y todo lo que somos: Chabuca Granda. Esta nota la escribí en el 2002:
"El Perú ha sido, muchas veces, ingrato con aquellos personajes que han sabido dejar en alto sus colores. O en todo caso, reacciona tardíamente, con homenajes inútiles y condecoraciones póstumas que ya de nada sirven. Esos reconocimientos son como anotar un gol en los minutos de descuento de un partido de fútbol; cuando ya encajamos cinco en nuestra propia valla. Son como intentar resucitar a un muerto, o querer detener el tiempo y retrocederlo cual si fuese un cassette, o lamentarnos de nuestras infortunadas decisiones."

"Pese a ello, siempre en nuestro amado país existirán gentes que sí sabrán valorar a estos genios a su debido tiempo, y reconocerán el legado que nos heredan. Y quien nos heredó y dejo un legado importante, muy rico en lo que se refiere a música peruana, que hoy está tan desvalorizada por la alienación de aquellos jóvenes que prefieren escuchar músicas foráneas en vez de escuchar lo nuestro, es Chabuca Granda, nuestra gran y genial compositora."

"Su verdadero nombre era María Isabel Granda Larco, y su aparición en este mundo fue un 3 de septiembre de 1920, producto de la unión de don Eduardo Granda y San Bartolomé, un ingeniero de minas que para nada abusó de los indios, aún siendo jefe de estos; y de doña Isabel Susana Larco Ferrari, dama de buena familia limeña, en las alturas de Cotabambas, en el departamento de Apurímac, en una zona de minas de cobre donde su padre trabajaba, a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar."

"Por causa del lugar de su nacimiento, Chabuca decía en forma poética: “nací tan alto que solía lavarme la cara con las estrellas...” Pero en esas alturas permanecería los tres primeros años de su vida, mudándose con sus padres a Lima, más precisamente en Barranco, en la Bajada de los Baños, donde comenzaría a conocer esa Lima elegante que homenajearía con sus canciones, en la que la describió de cuerpo entero."

"Desde chica, se aficionó por la música y el aprendizaje del piano, practicando todas las tardes de una a seis de la tarde en forma religiosa, por lo cual su madre, a veces, “la sacaba de las mechas”. A los diecisiete años, en plena flor de juventud, forma un dúo con su amiga Pilar “Chamaca” Mujica, denominado “ Luz y sombra”. Al año siguiente, se convierte en animadora de radio, en un programa para artistas aficionados, bajo el peculiar pseudónimo de “Conchito cuello largo”. En 1940. forma un trío con las hermanas Martha y Charo Gibson, para interpretar canciones mexicanas."

"Esa ascendente carrera es interrumpida, al casarse en 1942 con el aviador brasileño Enrique Demetrio Füller Da Costa, con quien tuvo dos hijos: Carlos Enrique y Teresa María Isabel Emilia. El matrimonio duró sólo diez años, divorciándose Chabuca porque su esposo consideraba “ deshonesto” que ella compusiera música “para cholos y negros”. Su separación escandalizó a la sociedad limeña de la época."

"Precisamente, Chabuca inició su exitosa carrera artística en 1948, con su primera composición, “Lima de veras”, en la cual evoca a esa capital elegante y señera, que comenzaba a esfumarse, y quedar en el recuerdo, por el descuido de las autoridades, y la inmigración provinciana. Sin embargo, no la difundió mucho, por su temperamento fino e introvertido."

"Es en 1950, donde despega definitivamente, con “La flor de la canela”, canción que la hiciera popular, no sólo en ese Perú que no la reconoció totalmente, sino en gran parte del mundo. Y la hizo popular, porque la importante de este tema es doña Victoria Angulo, señora de raza negra a la que Chabuca admiraba por el garbo y lisura que derramaba al caminar, y por ese aroma de mixtura que llevaba en su pecho, tal como es descrita en esa canción."

"Con “La flor de la canela” inicia su primera etapa, en la que canta a la Lima del siglo XIX, con sus casonas antiguas, y también nos ilustra los lugares en los que evocaba recuerdos de sus años maravillosos, en temas como José Antonio, El Puente de los Suspiros, Zaguán, etc. Chabuca salva el vals peruano de lo quejumbroso y el llanto fácil, sino que le da un nuevo lenguaje."

"En su segunda etapa, le canta a personajes como la cantautora chilena Violeta Parra, al poeta nacional Javier Heraud, y elogia con creces la revolución de Velasco Alvarado. En los últimos años de su exitosa carrera, entra a tallar en la música afro-peruana, dándole un sabor especial, revalorándola, pues había sido olvidada y despreciada por el racismo, que Chabuca no compartía, pues su madre le enseñó que la gente “no es de colores”. Chabuca enseño a cantar, bailar y disfrutar de la música peruana, tanto los valses, los landós y las marineras que, inicialmente, la gente de su clase se resistía a aceptar."

"En 1963, fallece su padre, lo cual causó un hondo pesar en su ser, y compone Fina estampa, canción en la que resalta la elegancia al caminar de su progenitor, y de cómo cuculíes y ventanas se sonrojaban a su paso por la vereda. Ese mismo año, graba con Óscar Avilés el disco Dialogando, que fue el trabajo más reconocido de su trayectoria."

"Chabuca podía transmitir por medio de sus canciones la voz de quienes no la poseen. Él más claro ejemplo es Bello durmiente, donde resalta a ese Perú gigante al que arrullan sus anhelos, y que dormía frente al cielo, sin despertarse. Chabuca recordaba: “fue escrita para mi país generoso, hace muchos, pero muchos años. Fue elegido un presidente que no me gustaba, y me enfurecí, y me fui a Europa, y allí compuse la canción. Un amigo mío leyó en el periódico que había escrito ‘Bello durmiente’ y me dijo: ¿a quién habrá visto dormido esta Chabuca?”

"Sus últimos días los vivió amargada y desilusionada. Le dolió el hecho de no ser reconocida, pero más le fastidió que su pueblo no captara los mensajes de sus canciones. Tanto así, que en una de las últimas entrevistas que concedió, dijo que “a Lima deberían ponerle dinamitas por todos lados, y hacerla explotar, para construir una nueva”.

"Un 8 de marzo de 1983, nos dejó a causa de una operación del corazón, en Miami. Ella sabía que moriría así, imponiendo su vena poética a la dura realidad: “debe ser dulce morir del corazón ... hay muertes tan dolorosas y penosas...”."

Y aquí termina.

Chabuca se despidió justo el dia de la mujer, como queriendo homenajear a todas las mujeres anónimas, a las que en vida retrató y dio voz y presencia, por medio de sus brillantes canciones.

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