viernes, 19 de octubre de 2007

El censo nacional y la pregunta sobre la confesión religiosa

El domingo 21 de octubre se realizará un nuevo censo a nivel nacional. Esta consulta a la ciudadanía tiene la particularidad de hacerse apenas dos años después del último, efectuado el 2005, criticado por algunas omisiones y estrategias cuestionadas, como el haber basado sus estadísticas solo en muestreos. Esto se conoció debido a la queja de muchos ciudadanos en el sentido de que los empadronadores jamás pasaron por su casa a empadronarlos.

Esta queja fue asumida por el entonces líder y candidato presidencial aprista Alan García, que en su momento ninguneó el censo de 2005. Apenas asumió la presidencia en Julio de 2006, una de sus medidas fue programar un nuevo censo para este año, criticado también por la forma y la rigurosidad (no está permitido salir de casa todo el domingo, por ejemplo), pero son temas que no trataremos aquí.

Uno de los temas que está en juego es el de la cuestión religiosa, en el cual hay puestos muchos intereses, por el de la Iglesia Católica, que al parecer tiene algún temor en ver que su porcentaje de adeptos haya disminuido; y también algunos evangélicos, cuya idea es que “el Perú sea para Cristo” al mejor estilo de Constantino, quieren comprobar que siguen creciendo.

La reacción de la Iglesia Católica se explica al expresar su sorpresa por la pregunta referida a la confesión religiosa. La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) considera que se ha errado al colocar, entre las opciones, “Católico” y “Cristiano/ Evangélico”, y han expresado que esto puede dar lugar a confusiones, pues sostienen que los católicos también son cristianos, lo cual es cierto en el sentido de que la Iglesia Católica, al igual que el mundo protestante y la misma Iglesia Ortodoxa, son parte del universo cristiano.

Sin embargo, la madre del cordero es el temor de la Iglesia Católica a ver reducida su cantidad de fieles en el escenario nacional, por ello ha recomendado a sus adeptos a marcar “católico”, como si se tratase de una votación presidencial o algo parecido.

Lo otro es el tema de “Cristiano/ Evangélico”. ¿Por qué no se puso simplemente “Evangélico”, como en otras ocasiones? Aquí existe una clara influencia del sector neo-pentecostal o carismático (sin ánimo de ofender), cercano y acomodado al régimen de García (léase Lay, Barriger, Bardales, etc.). Entre quienes pertenecen a estas iglesias, está el concepto de que son “cristianos” a secas, y jamás se confiesan evangélicos.

Esa es la única explicación a esa ¿redundancia?, pues la idea es que están dentro del mundo protestante. Primero, que este sector ha influido para que la opción referida a los evangélicos vaya de esta forma, cosa que también así “aumentamos los votos” y podremos decir que “estamos creciendo” y que pronto “tomaremos el poder en el país para transformarlo”. Segundo, que si se hubiera puesto “protestante”, hubiera sido peor, pues como casi está en desuso el término, aquí se habría prestado a la confusión y muchos, incluso, marcarían los rubros restantes de “Otra” o “Ninguna”.

Se comprueba también la gran habilidad política de García en este tema (y en muchos otros también, hay que reconocerlo). El presidente ha manifestado que quien desee, puede abstenerse de contestar esa pregunta, porque "todos tenemos el derecho de guardar en privado nuestras convicciones". Y agrega: "Soy respetuoso de la libertad de conciencia, todos tenemos derecho de guardar las convicciones religiosas. Las convicciones religiosas no se preguntan y nadie está obligado a responder". García no quiere pelearse con ninguna Iglesia. Y juega con las dos. Carga el anda del Señor de los Milagros, acude a un “Te Deum Evangélico”. Y ahora evita tocar el tema en el que tanto católicos como evangélicos han puesto su huella.

Lo más paradójico es que, vaya sorpresa, legalmente tiene razón. La Constitución Política del Perú señala claramente que nadie está obligado a confesar su opción religiosa, en su artículo 2º, inciso 18: “Toda persona tiene derecho a mantener reserva sobre sus convicciones políticas, filosóficas, religiosas o de cualquiera otra índole, así como a guardar el secreto profesional”. Esto también fue puesto en el tapete hace algunos días por organismos de derechos humanos, que cuestionaron que se haya colocado la pregunta en opción, al argumentar que cada cual tiene el derecho de mantener en reserva sus posiciones religiosas o de otra índole, según la Constitución.

Por último, observo en esta pregunta una gran discriminación religiosa. ¿Acaso en el Perú no existen judíos, musulmanes, miembros de la comunidad Baha’i, e incluso de las mal llamadas sectas y otras religiones? ¿Por qué incluirlos en “Otros”? Conclusión: Mejor es no poner esta pregunta en el censo. Porque promueve la discriminación y las pasiones por demostrar que “somos más”; y es probable que sea inconstitucional.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Censo? Mis calancas

El censo 2007. ¿Quién tiene la razón? ¿Matuk o Quispe? En su oportunidad la tuvo Matuk. Al entrar Quispe, Quispe obtuvo la voz cantante, y sonante. Millones de soles (60) o millones de dólares (20), equivalen a 2 soles por habitante (calculen: 30 millones de peruanos a dos soles cada uno), costo que incluye la entrevista del sujeto, el proceso de su cédula y la obtención de sus resultados. ¿Qué va a obtener a cambio el censado? Nada. ¿La mayoría de censados? nada. ¿Algunos de los censados? La supuesta ayuda gubernamental graficada por los cien soles que a cada rato saca Quispe para ilustrar al pueblo ignorante.

O sea que nos inmovilizan, nos trabajan al sentimiento con eso de que hay que colaborar y nos calamos el arresto domiciliario.

¿Los resultados?, vendrán a paso de tortuga. El 2008. Y eso. Los que se aprovecharán de esas cifras serán las empresas privadas, para sus estudios de mercado. Entonces ¿por qué estas empresas no pagan parte del costo del censo?

Si no fueran corruptos los funcionarios públicos, sería un placer colaborar. Lamentablemente, estos funcionarios piden y piden pero no dan. Al contrario, se la llevan toda.

¿Alguien va a auditar el censo? Si es así, lo ignoro. Pero aún si alguien lo auditara, ese alguien va a ser, no el gato del despensero sino el mismo despensero: Yo censo, yo mismo me audito. Corrupción asegurada. Manipulación de datos a la orden.

¿Censo? Mis calancas.

Jorge M. Chávez dijo...

Buena reflexión desde un enfoque pluralista, y sobretodo si queremos que el censo nos sirva como información para gobernar mejor el país.

Un abrazo Victor y espero seguir leyendo más de ti.

Jorge Chávez