viernes, 1 de junio de 2007

Quien tiene miedo a la altura, no tiene altura

La FIFA ha emitido una resolución polémica y discriminatoria durante la semana que se acaba. Ha determinado que no se jueguen partidos de competencias oficiales de fútbol, sean de selecciones nacionales o de clubes, en lugares que estén ubicados a más de 2,500 metros de altitud sobre el nivel del mar. Se basan en algunos informes de ciertos médicos, que sostienen que la práctica del deporte en estas latitudes afecta la salud de los deportistas.

Esta decisión afecta, en el caso de Sudamérica, a hasta cinco países de la región que podrían aprovechar a la altura como aliado. Los más beneficiados son, evidentemente, seleccionados como Brasil, Argentina y Uruguay, cuyos futbolistas sufren mucho a la hora de subir a las cimas de América.

Centrémonos en los perjudicados. Primero están Bolivia y Ecuador, porque sus selecciones juegan en la altura casi siempre. Además, la mayoría de sus clubes afrontan las competencias sudamericanas en ciudades de altura. La medida obligaría, por ejemplo, a que todos los partidos que jueguen de local los clubes bolivianos sean en Santa Cruz, lo cual sería perjudicial no sólo deportivamente, si no económicamente, pues tendrían que estarse desplazando constantemente hasta esa localidad de todas partes del país.

En segundo lugar, están Perú y Colombia, que si bien es cierto utilizan el llano cuando son anfitriones, podrían usar sus ciudades en altura en algunas ocasiones. Además, también sus clubes no serían beneficiados con esta disposición arbitraria de la FIFA Al último está Chile, que si bien juega siempre de local en el Nacional de Nuñoa, en el llano de Santiago, uno de sus elencos más representativos, el Cobreloa de Calama, debería dejar su lugar de origen también.

Sin duda alguna, los poderosos de la Confederación Sudamericana de Fútbol, como son Brasil, Argentina y Uruguay, han tenido que ver mucho con esta decisión de la FIFA. No contentos con acaparar el poder político y deportivo, ahora quieren llevársela más fácil de lo que podrían tenerla en la próxima eliminatoria que se viene para la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.

No es tan determinante la altura. Si fuera así, países como Ecuador y Bolivia serían multicampeones en el continente. Los del Guayas sólo tienen dos subcampeonatos en la Copa Libertadores, y Bolivia apenas ganó una de las cuarenta y tantas ediciones de la Copa América. Por si fuera poco, Bolivia no pudo llegar a las tres últimas Copas del Mundo, por la vía de las eliminatorias, como sí lo lograra en la fase de clasificación para Estados Unidos 1994, que, por cierto, fue la única vez en que se clasificó.

Otros datos más: Argentina no pierde en La Paz desde 1997. En 2000, los albicelestes empataron 3-3 en la capital boliviana, e incluso vencieron 2-1 en 2005. A Ecuador lo derrotaron en el propio Quito en el 2000 por un claro 2-0. Uruguay empató las dos últimas veces que jugó en Bolivia y Ecuador. Chile mismo venció a Bolivia en La Paz por un claro 2-0, en 2004.

Entonces, la altura puede jugar a favor, pero si el equipo es bueno, como lo demostraron los ejemplos de la selección boliviana de las eliminatorias de 1993, el Cienciano campeón de la Copa Sudamericana, o el Ecuador de los últimos 10 años. Así que, el que se sabe con capacidad, no debe temer a la altura.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, mencionó una frase muy peculiar, en respuesta a la decisión de la FIFA. “Quien gana en la altura, tiene altura; quien no quiere jugar en la altura, pues no tiene altura”. Allí les va este mensaje a los miedosos sin razones y los desconocedores de la realidad como Joseph Blatter y compañía.

PD: Vistas de los estadios Hernando Siles de La Paz, Atahualpa de Quito y Garcilaso del Cusco.

1 comentario:

José Talavera dijo...

Yo estoy parcialmente a favor de la medida de la FIFA, independientemente de si Brasil y Argentina presionaron. Los argumentos de la FIFA son un poco endebles, pero creo que por una cuestión de orgullo, autoestima y justicia todas las selecciones (no clubes, es distinto) deberían de jugar en condiciones más o menos iguales. Es cierto, la altura no es determinante si es que no se cuenta con buen equipo, pero si tiene efectos. Me parece injusto hacer jugar a los poderosos en altura pues les estaríamos haciendo pagar su éxito, disfrazando nuestra mediocridad. Además, las eliminatorias son para que lleguen los mejores al mundial, allí no habrá altura que nos ayude.
Sobre los clubes, creo que todo debería seguir como está, ya que a diferencia de las selecciones, que pueden jugar en cualquier lugar del país, un club está fuertemente identificado con su ciudad de origen.
Bueno, escribi un post sobre eso:

http://josetalavera.blogspot.com/2007/05/los-dbiles-protestan-al-perder-la.html