El presidente de la República ha vuelto a respaldar a la ministra del Interior, Pilar Mazetti, luego del escándalo por las irregularidades en las compras de 469 patrulleros para la Policía Nacional del Perú. Esta denuncia salió a la luz de parte de un sector de la prensa, que al parecer está interesada en que la ex titular de Salud durante el régimen del otrora mandatario Alejandro Toledo, sea cesada finalmente en su cargo.
No es la primera vez que Mazetti tambalea en el cargo. Hace menos de un mes, su salida parecía inminente luego de la renuncia de su ex viceministro, Dardo López. Sin embargo, García también la respaldó en aquella oportunidad.
Estas noticias son presentadas por los medios de comunicación de manera explosiva, con la finalidad de que, por fin, Mazetti sea relevada del Ministerio del Interior. Y cada vez que sucede algo relacionado con esa cartera, invitan al ex ministro Fernando Rospigliosi, quien declara ácidamente contra la actual titular del sector Interior, cada vez que ocurre algo con la Policía, producto de que al parecer no se restablece de la herida que significó el ser censurado de ese mismo cargo el año 2004, por el Congreso de la República.
Como se sabe, los medios están dirigidos por gente vinculada al poder económico o político, y hasta religioso. Este ensañamiento contra Mazetti viene por diversas razones. Muchos personajes relacionados con la Iglesia Católica y el Opus Dei no le perdonan el haber impulsado la píldora del día siguiente como método de planificación familiar, cuando se desempeñó como ministra de Salud. Desde esa época, hubo una campaña en contra de su persona, e hicieron múltiples denuncias con la finalidad de sacarla del camino. Pero no pudieron probar nada.
Entre algunas de las buenas decisiones de Alan García en su segunda versión presidencial, está la de colocar a Mazetti al frente del Interior, continuando con la tradición reciente de poner civiles en el Mininter. Persona independiente, de buena aceptación entre la población como ministra de Salud; además de ser la primera mujer que es titular del Interior. Sin embargo, los sectores más conservadores en política, unidos con las facciones de la Policía que desean ver nuevamente a un uniformado como titular de la cartera, debido a que habrían ciertos intereses de por medio, arrecian contra su figura. E impulsan campañas en los medios, utilizando a resentidos como Rospigliosi para que declare a la prensa. Muchos de los analistas políticos “caviares” también contribuyen con sus críticas, tratando de respaldar a su amigo “Rospi”.
Lo cierto es que, pese a todas estas “zancadillas”, Mazetti sigue como ministra del Interior, al menos hasta el próximo 28 de Julio, donde el presidente García decidirá acerca de la renovación del gabinete. A no ser que haya otro escándalo. También es cierto que García quiere evitar problemas de inestabilidad en su gobierno, y por eso es que prefiere mantener su gabinete intacto.
Sin embargo, no sólo basta con el respaldo público. El gobierno debe tomar medidas de contingencia para evitar que la imagen de Mazetti se torne más frágil, y lo mismo debe hacer esta, si es que está pensando en continuar su carrera política. No lo tendrán fácil.
No es la primera vez que Mazetti tambalea en el cargo. Hace menos de un mes, su salida parecía inminente luego de la renuncia de su ex viceministro, Dardo López. Sin embargo, García también la respaldó en aquella oportunidad.
Estas noticias son presentadas por los medios de comunicación de manera explosiva, con la finalidad de que, por fin, Mazetti sea relevada del Ministerio del Interior. Y cada vez que sucede algo relacionado con esa cartera, invitan al ex ministro Fernando Rospigliosi, quien declara ácidamente contra la actual titular del sector Interior, cada vez que ocurre algo con la Policía, producto de que al parecer no se restablece de la herida que significó el ser censurado de ese mismo cargo el año 2004, por el Congreso de la República.
Como se sabe, los medios están dirigidos por gente vinculada al poder económico o político, y hasta religioso. Este ensañamiento contra Mazetti viene por diversas razones. Muchos personajes relacionados con la Iglesia Católica y el Opus Dei no le perdonan el haber impulsado la píldora del día siguiente como método de planificación familiar, cuando se desempeñó como ministra de Salud. Desde esa época, hubo una campaña en contra de su persona, e hicieron múltiples denuncias con la finalidad de sacarla del camino. Pero no pudieron probar nada.
Entre algunas de las buenas decisiones de Alan García en su segunda versión presidencial, está la de colocar a Mazetti al frente del Interior, continuando con la tradición reciente de poner civiles en el Mininter. Persona independiente, de buena aceptación entre la población como ministra de Salud; además de ser la primera mujer que es titular del Interior. Sin embargo, los sectores más conservadores en política, unidos con las facciones de la Policía que desean ver nuevamente a un uniformado como titular de la cartera, debido a que habrían ciertos intereses de por medio, arrecian contra su figura. E impulsan campañas en los medios, utilizando a resentidos como Rospigliosi para que declare a la prensa. Muchos de los analistas políticos “caviares” también contribuyen con sus críticas, tratando de respaldar a su amigo “Rospi”.
Lo cierto es que, pese a todas estas “zancadillas”, Mazetti sigue como ministra del Interior, al menos hasta el próximo 28 de Julio, donde el presidente García decidirá acerca de la renovación del gabinete. A no ser que haya otro escándalo. También es cierto que García quiere evitar problemas de inestabilidad en su gobierno, y por eso es que prefiere mantener su gabinete intacto.
Sin embargo, no sólo basta con el respaldo público. El gobierno debe tomar medidas de contingencia para evitar que la imagen de Mazetti se torne más frágil, y lo mismo debe hacer esta, si es que está pensando en continuar su carrera política. No lo tendrán fácil.
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