martes, 30 de diciembre de 2008

Un país de farándula

Magaly Medina acaba de ser nombrada “personaje del año” según los resultados de una encuesta desarrollada por el Instituto de Opinión de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha superado al mismísimo presidente Alan García, quien pese a subirse al carro de la farándula hace unos días, no ha podido recuperar réditos en ese sentido.

El que la polémica ex conductora de TV haya recibido esta distinción, es un reflejo de en dónde tiene la cabeza nuestra sociedad peruana. A esto hay que agregar que en tercer lugar quedó nada menos que el ex ministro aprista Rómulo León Alegría, tristemente célebre por el “faenón” que quedó al descubierto en sus conversaciones con otros personajes, para hacer negocios turbios en el ámbito petrolero. Pero este es otro indicador que analizaremos en otra ocasión. Por ahora nos detendremos en lo de Magaly.

La idea de elegir al “personaje del año” está basada, generalmente, en encontrar a alguien que haya tenido algún mérito, o logrado algo importante para el país. Parece que la gente olvidó que Lucho Horna ganó el Roland Garrós (en dobles, pero ganó), o que Gastón Acurio ya es reconocido en otros países por su trabajo de difusión de la cocina peruana.

Estas cuestiones no son tomadas en cuenta, sino que más importante es conocer quién le sacó la vuelta a quién, qué futbolista se amaneció y se emborrachó, qué vedettes se jalaron de las mechas en público, etc., etc., etc. Pan y circo para el pueblo. Temas que distraen de la realidad, que obnubilan y embrutecen, y que alejan de temas más importantes, como lo que ocurre en la actualidad: la crisis económica y financiera internacional, que de hecho nos va afectar; o la corrupción que se sigue poniendo al descubierto en las instituciones del Estado.

Es que ahora somos un país de farándula. Y por eso es que tenemos los congresistas que tenemos, así como los presidentes regionales, alcaldes, y hasta al presidente que tenemos. Los políticos que nos gobiernan son un reflejo de nuestra sociedad.

La descomposición moral de nuestro país viene desde la época de Fujimori, cuando adormeció a todos con la idea de que la democracia no servía y que era mejor que un japonés de mano dura dirigiera el país a su antojo. Por eso había que dejarlo hacer todo lo que quiera sin chistar. Para ello, junto a su cómplice Montesinos, controló los poderes del Estado. Y no se escapó el cuarto poder: los medios de comunicación, los cuales se convirtieron en caja de resonancia de la exaltación de la imagen del Ingeniero.

Y para agregarle más cerezas a la torta, los medios controlados por el régimen que nos gobernó los ’90 promovieron personajes como Laura Bozzo y la mismísima Magaly. Los noticieros se convirtieron prácticamente en partes policiales televisados, mostrando sangre y sensación de desgobierno. Y aparecieron los periódicos “chicha”, que colocaban en sus portadas una mezcla de sangre y sexo al por mayor.

Claro que hubo pocas excepciones que resistieron al poder. Pero todo ese gran bombardeo mediático de los ’90 ha generado la sociedad que tenemos ahora.

Fujimori no es el único responsable. Sus sucesores también tienen su cuota en este asunto. Recordemos que Toledo le puso piloto automático a todo, de tal forma que las cosas siguieron como estaban. No contamos a Paniagua porque su gobierno era de transición.

Y ahora tenemos a Alan García, que prefiere ponerse a bailar para llamar la atención, y dársela de muy preocupado por los temas sociales con la organización de su “Teletón”, en una verdadera muestra de hipocresía. Un presidente que gusta del figurettismo antes que tomar decisiones concretas para mejorar la educación en el país, o de impulsar una verdadera justicia social.

Precisamente por tener una sociedad sin educación, sin justicia social y sin valores, es que somos decadentes. El resultado es que la señora Magaly Medina, una señora que ha manchado honras y destruido matrimonios, que ha servido de psicosocial distractor a los gobiernos de los últimos diez años, y que actualmente purga prisión por difamación, ha sido elegida personaje del año. Esos son méritos para mucha gente en nuestro país.

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