martes, 13 de noviembre de 2007

“¿Por qué no te callas?” (I)

Hugo Chávez ha vuelto a hacer noticia. Ya no es sorpresa ni novedad. Sus bravuconadas y achoramientos se han vuelto parte del escenario político latinoamericano. Y no hay nadie que se le quiere enfrentar.

Pero esta vez trascendió los límites del Continente. Ya lo había hecho con otro similar a él, el abusivo presidente de los Estados Unidos George Bush, quien es repudiado por su prepotente intervención en Irak, causando miles de muertos inocentes. Pero volvamos a Chávez, quien es igual de patético que el mandamás norteamericano, pues parece ser que la frase de ambos es “si no estás conmigo, estás contra mí”.

Ahora se enfrentó al presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, un líder reconocido en toda Europa, que ha logrado que dejen de ver a su país como “la cola” en su continente; y al rey Juan Carlos de Borbón y Borbón, quien nada más asumido su reinado en 1975, prefirió promover un referéndum para una nueva Constitución y que se elija un primer ministro que gobierne antes que concentrar en su figura todos los poderes, como podría haberlo hecho.

Ante estos ejemplos de moderación se enfrentó Chávez. No le importó que ahora España, con el gobierno actual encabezado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se preocupe por consolidar vínculos con Venezuela, aún con la férrea oposición del gobierno de los Estados Unidos. No quiso mirar el presente. Miró el pasado en el que gobernaba José María Aznar, aliado con Bush en el tema de Irak, bajo la supuesta “lucha contra el terrorismo internacional”. Por ello, no dudó en utilizar, en plena Cumbre Iberoamericana, realizada en Santiago de Chile, adjetivos como “fascista” en contra de Aznar. Esto causó la airada reacción de Rey Juan Carlos, quien le increpó “¿Por qué no te callas?”.

Chávez sigue tomando estas lamentables actitudes que, en vez de promover la “unidad latinoamericana” que tanto pregona, más bien divide y enfrenta más a los pueblos de esta parte del continente. En vez de estrechar los lazos entre nuestros países, lo único que ocasiona es más fracturas. Y es un enfrentamiento inútil, porque desde que Rodríguez Zapatero asumió el poder en España, se ha mostrado como el país europeo que más ha apoyado a Venezuela.

Ante esta bravuconada del dictador caribeño, está la reacción moderada y conciliadora de Rodríguez Zapatero: "No seré yo el que esté cerca de las ideas de Aznar, pero el presidente Aznar fue elegido por los españoles. Exijo respeto"."Hay una esencia y un principio en el diálogo, y es que para respetar y para ser respetado debemos procurar no caer en la descalificación""Es una buena forma de poder trabajar, de poder entendernos en favor de nuestros pueblos que nos respetemos, que respetemos a los representantes democráticos. Que sea una forma de conducta en un foro que representa a todos los ciudadanos. Y que sea una norma de conducta de los que integramos este foro para que uno luego pueda ser respetado".

Lástima que Chávez no maneje ninguno de los códigos planteados por Rodríguez Zapatero: Tolerancia, respeto, diálogo y concertación.No basta que el Rey de España haya manifestado esta reacción hasta Chávez. Es necesario que América Latina salga de su timidez y le haga frente a este dictador disfrazado de socialista.

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