viernes, 23 de mayo de 2008

Ecos de las Cumbres (que no fueron nada borrascosas)

Pasados unos días de la realización de las Cumbres, hay algunas cosas que han quedado en el tintero, y que han dejado huella aún después de su finalización. No sólo en cuanto a lo acontecido en la V Cumbre de Naciones de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE), sino también sobre las incidencias de la denominada Cumbre de los Pueblos:

1. La Cumbre de ALC-UE se realizó de manera impecable. La organización de este foro en nuestro suelo demostró que nuestro país, poco a poco, es capaz de organizar estos encuentros mundiales, tal como ya lo ha hecho con dos deportivos, como fue el caso de la Copa América 2004, y el Mundial Sub-17 de 2005.

2. Sin embargo, otra reflexión está en que pese haber sido capaces de organizar muy bien esta Cumbre, aún no estamos para otras cosas. Tenemos que caminar poco a poco. La propuesta del presidente Alan García de que nuestro país pueda cobijar la sede de los Juegos Olímpicos del 2016 es muy apresurada, máxime cuando nuestra capital no está a la altura de varias ciudades latinoamericanas de importancia, como Río de Janeiro o Buenos Aires. Parece que la exitosa realización de la Cumbre le subió los humos al primer mandatario del país.

3. Ojo, presidente: falta demostrar lo mismo en la Cumbre APEC, que se desarrollará en septiembre. Esperemos que para esa fecha no nos cierren las calles con tanta reja y las pistas en construcción, que ha causado tanto malestar entre la ciudadanía limeña y chalaca.

4. Alan García demostró que tiene mucha habilidad política para el frente internacional. Se mostró como un líder seguro de sus ideas, a la vez que manejó muy bien el conflicto Chávez-Correa-Uribe, evitando que hayan roces como en noviembre del año pasado, con el famoso “¿Por qué no te callas?” del rey de España al presidente venezolano. Ojalá también tuviera esa misma habilidad en el frente interno, donde solo el 30 % de los peruanos lo aprueba.

5. Otro hecho positivo fue que el Gobierno le permitió a sus opositores realizar su “Anti-Cumbre”, la cual se desarrolló en el local de la Universidad Nacional de Ingeniería. Pese a los rumores de represión y violencia, como ha sucedido en otros lugares donde se han celebrado estas cumbres, aquí no pasó nada, como diría Humberto Martínez Morosini. Esperemos que ese nivel de tolerancia se mantenga en la interna nuestra.

6. Más allá del partidito de fútbol donde el presidente boliviano Evo Morales demostró que tranquilamente puede incursionar en el profesionalismo, la Cumbre de los Pueblos no tuvo muchas novedades: ratificó su oposición a los tratados comerciales “con quien sea”, denunció el neoliberalismo, así como a 20 transnacionales europeas por contaminar el medio ambiente y no respetar los derechos laborales en América Latina.

7. Lo que es cierto es que se demostró que la izquierda en el Perú está muy lejos de tener la fuerza que tiene en otros países, cuyos representantes demostraron tener más ascendencia que los nuestros. La televisión fue muy generosa en no enfocar los rincones de la Plaza Dos de Mayo, lugar en el que celebró el mitin de cierre: solo la mitad fue ocupada, según el comentario de un amigo comunista que concurrió a esta actividad.

8. Por ello, la izquierda peruana no puede seguir siendo abanderada por gente como Javier Diez Canseco o Mario Huamán, quienes ya tuvieron su oportunidad y la desperdiciaron. Este sector político necesita un liderazgo nuevo, con un discurso nuevo, acorde al Siglo XXI.

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