La selección peruana volvió a hacer otro papelón. Cuando todos nos mostrábamos, si no satisfechos, por lo menos conformes con el rendimiento que la blanquirroja mostró en Brasil, recibimos una paliza del que hasta ese momento, era el peor equipo de la Eliminatoria (llámese Ecuador). Un resultado que deja claramente marcado el camino que Perú seguirá en los dos años que dura esta competición, de no hacer los correctivos necesarios.
Pasar de la gloria al infierno, en el caso del equipo de fútbol de Perú, tiene sus explicaciones. La primera es el engreimiento de los futbolistas peruanos. Algunas “joyitas”, como Pizarro y Farfán, para resaltar los casos más patéticos, aseguraron que no subirían al avión hacia Quito, porque los dirigentes no habían pagado los premios por empatar (¿?) con Brasil. Una conducta realmente indignante y vergonzosa, sobretodo porque son jugadores que no rinden con la selección, dejan mucho que desear y encima piden privilegios.
Lo peor es que los premios los fijaron los dirigentes. ¿Desde cuándo se premia por “empatar”? Y de local todavía. Este es un criterio completamente desatinado; aunque qué se puede esperar de Burga, Juvenal y compañía. El premio debe darse por clasificar al mundial, no por conseguir un mediocre punto. Porque para llegar al Mundial, se debe ganar hasta al más poderoso, llámese Brasil en este caso.
Lo otro es la forma en que se perdió. Un equipo sin alma, completamente entregado, jugadores sin actitud.
Se puede perder un partido. Es un resultado posible en el fútbol. Lo que molesta es cómo se pierde. Y la forma en que perdió Perú fue horrorosa. Comparemos con Uruguay: perdió ante Brasil como visitante por 1-2, pero vaya a ver todo lo que los charrúas dejaron en la cancha. Al llegar al aeropuerto de Montevideo, ¿quién les iba a reclamar algo, si lo dieron todo?
Otra diferencia clave es que como está jugando, Uruguay tiene con qué pelear la clasificación. Perú no tiene argumentos para pensar si quiera en hacerlo.
Además de las gollerías que exigen y su poca entrega para disputar los partidos, ha trascendido que algunos de los futbolistas de la selección peruana pusieron condiciones para no jugar en Quito, por el tema de la altura. Una conducta realmente infantil. ¿Acaso Messi, por Argentina, o Ronaldihno por Brasil, pusieron condiciones para no jugar en la altura de Bogotá? Incluso Messi se mandó un golazo que mereció un mejor resultado para su selección.
Aquí el problema no solo son los dirigentes, quienes solo piensan en el poder y no tienen nada en el cerebro. También son los futbolistas, sin amor a la camiseta, llenos de engreimiento. A ellos también hay que sacarlos. Esta generación ya murió.
No digo nada de Chemo Del Solar. Como técnico, hace lo que puede. Porque este sistema, esta telaraña es armada por dirigentes, futbolistas y empresarios del fútbol, con sus intereses mezquinos. El único error de Chemo Del Solar es haber aceptado ser técnico de la selección en este contexto. Lo demás queda de lado.
Pasar de la gloria al infierno, en el caso del equipo de fútbol de Perú, tiene sus explicaciones. La primera es el engreimiento de los futbolistas peruanos. Algunas “joyitas”, como Pizarro y Farfán, para resaltar los casos más patéticos, aseguraron que no subirían al avión hacia Quito, porque los dirigentes no habían pagado los premios por empatar (¿?) con Brasil. Una conducta realmente indignante y vergonzosa, sobretodo porque son jugadores que no rinden con la selección, dejan mucho que desear y encima piden privilegios.
Lo peor es que los premios los fijaron los dirigentes. ¿Desde cuándo se premia por “empatar”? Y de local todavía. Este es un criterio completamente desatinado; aunque qué se puede esperar de Burga, Juvenal y compañía. El premio debe darse por clasificar al mundial, no por conseguir un mediocre punto. Porque para llegar al Mundial, se debe ganar hasta al más poderoso, llámese Brasil en este caso.
Lo otro es la forma en que se perdió. Un equipo sin alma, completamente entregado, jugadores sin actitud.
Se puede perder un partido. Es un resultado posible en el fútbol. Lo que molesta es cómo se pierde. Y la forma en que perdió Perú fue horrorosa. Comparemos con Uruguay: perdió ante Brasil como visitante por 1-2, pero vaya a ver todo lo que los charrúas dejaron en la cancha. Al llegar al aeropuerto de Montevideo, ¿quién les iba a reclamar algo, si lo dieron todo?
Otra diferencia clave es que como está jugando, Uruguay tiene con qué pelear la clasificación. Perú no tiene argumentos para pensar si quiera en hacerlo.
Además de las gollerías que exigen y su poca entrega para disputar los partidos, ha trascendido que algunos de los futbolistas de la selección peruana pusieron condiciones para no jugar en Quito, por el tema de la altura. Una conducta realmente infantil. ¿Acaso Messi, por Argentina, o Ronaldihno por Brasil, pusieron condiciones para no jugar en la altura de Bogotá? Incluso Messi se mandó un golazo que mereció un mejor resultado para su selección.
Aquí el problema no solo son los dirigentes, quienes solo piensan en el poder y no tienen nada en el cerebro. También son los futbolistas, sin amor a la camiseta, llenos de engreimiento. A ellos también hay que sacarlos. Esta generación ya murió.
No digo nada de Chemo Del Solar. Como técnico, hace lo que puede. Porque este sistema, esta telaraña es armada por dirigentes, futbolistas y empresarios del fútbol, con sus intereses mezquinos. El único error de Chemo Del Solar es haber aceptado ser técnico de la selección en este contexto. Lo demás queda de lado.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, que puede hacer Chemo del Solar, el dejo de jugar en la selección por que sabia que acá ya existían grupitos que lo único que le importa es la juerga.
Quizás pensó que habían madurado, pero ninguno, ni los mas representativos se salvan, todos son unos pechos fríos acostumbrados a perder o creerse estrellas y son suplentes en sus equipos.
Muy triste
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