viernes, 8 de junio de 2007

Demasiado optimismo por Fujimori

Luego de varias lunas, la fiscal de la Corte Suprema chilena, Mónica Maldonado, recomendó que se extradite al ex presidente Alberto Fujimori al Perú, para que responda por los delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos de los que está acusado.

La prensa local ha celebrado la decisión de Maldonado. Entre los diarios que poseen una línea de defensa de los derechos humanos, y por lo tanto más contrarios a Fuijmori, hay cierto optimismo. El Comercio tituló “Importante paso en la lucha contra la impunidad”; La República, “Fiscal chilena: ¡Extradítenlo!”. El diario Perú 21 mencionó que “Ya lo traen”, en referencia al ex mandatario.

Hasta los diarios más de derecha parecían festejar. Correo indicó que Fujimori “perdió por goleada”. El ex fujimorista Expreso (recuerden a Calmell del Solar) sugirió que al ex presidente “La cárcel lo espera”, y el fujimorista confeso La Razón manifestó que Fujimori “está en la cuerda floja”.

Hay que reconocer que la decisión de Maldonado es un gran paso para que el extraditable retorne al país para que haga sus descargos sobre la corrupción y los crímenes de lesa humanidad. Maldonado se tomó el trabajo de estudiar los documentos del pedido de extradición, así como de escuchar los descargos de la defensa de Fujimori. Y al final, ha tomado una decisión importante para evitar la impunidad en el país. Hasta allí, cumplió su labor de manera eficaz.

Sin embargo, la cosa no es tan sencilla. Intervienen aquí dos factores: uno interno y otro externo.

Dentro de nuestra política, a ningún presidente le conviene tener encarcelado y enjuiciado a un ex presidente que, mal que bien, cuenta con respaldo popular. Esto podría ser una bomba de tiempo para Alan García, que preferiría tener a Fujimori lo más lejos posible. De paso, contenta a los fujimoristas que están en el Congreso, y mantiene cierta fuerza en este Poder del Estado, toda vez que el APRA no cuenta con mayoría.

En el caso de Chile, tiene la presión de Japón. El país del Sol naciente está por aprobar un Tratado de Libre Comercio con nuestros vecinos del sur, siempre y cuando no actúen contra el bienestar de Fujimori, a quien consideran ciudadano japonés; y le están agradecidos por el rescate exitoso a los rehenes en la embajada nipona en Lima, en 1997.

Además, muchos empresarios chilenos, junto a políticos de la derecha de aquel país, están agradecidos a Fujimori por haberles abierto las puertas para invertir (y ganar grandes millonadas) en el Perú, cuando el ingeniero agrónomo fue Presidente.

Es cierto que el Poder Judicial chileno es independiente, y eso queda garantizado con la decisión de Maldonado. Sin embargo, aún hay que esperar la determinación del Juez Orlando Álvarez, quien definirá si acepta o no la recomendación de extradición. Esto último vendrá acompañado de evidentes presiones. La política es otra cosa.

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