Como se recuerda, Ugarte anunció que una ciudadana argentina, Alejandrina Coche, ue desembarcada en nuestro país de emergencia de un vuelo que venía desde Panamá, por ser un posible primer caso del virus en el Perú. Sin embargo, Santiago Pedraglio (que volvió a Perú 21), señala que el ministro sólo manifestó que “era probable” que esta persona tuviera el virus, y que el Gobierno “actuaría como si así fuera”. Esta declaración fue respaldada por Manuel Peña, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OMS), quien calificó ese caso como “sólo muy probable”.
Sin embargo, los medios prefirieron anunciar que el virus ya había llegado al Perú, generando un pánico en la población, y poniendo palabras que el ministro Ugarte nunca dijo. Pero todo tiene sus razones.
Quienes hemos leído un poco más sobre la historia política peruana de los últimos 30 años, sabemos quien ha sido Óscar Ugarte. Entre 1984 y 1989, fue regidor metropolitano de Lima por Izquierda Unida. En los ’90 se dedicó a trabajar el tema de Salud desde organizaciones de la sociedad civil. Durante casi todo el 2002 se desempeñó como viceministro del mismo sector que ahora encabeza. Y además, es el “número dos” del Partido Humanista, del premier Yehude Simon.
Estos antecedentes para nada lo descalifican, pero quizás a muchos deprime el pasado izquierdista de Ugarte. Entonces, salen a criticarlo ante cualquier pequeñez como esta, aunque hay que mencionar que más bien fue tergiversación de los medios. Allí está la columna de Fritz Du Bois, (que casi ha convertido a Perú 21 en un medio fujimorista, con sus Oliver Stark y Ricardo Vásquez Kunze), y el diario Correo del incorregible Aldo Mariátegui.
Los mismos críticos de Ugarte callaron en todos los idiomas cuando ocurrían los accidentes de carreteras durante la gestión de Verónica Zavala cuando fue ministra de Transportes y Comunicaciones, por ejemplo. En vez de pedir su renuncia o cuestionar su trabajo, sólo pedían a la ciudadanía que se educe en materia vial.
Es evidente que la señorita era una tecnócrata de derecha. Quizás esa filiación ideológica (o pragmática) hace que se sea más benigno con algunos, y con otros más duro.
No conozco al señor Ugarte. Pero desde que llegó al ministerio de Salud, las cosas no están tan caóticas. Comparada con las gestiones de Hernán Garrido Lecca (cercano al "faenón") y Carlos Vallejos, va un poco mejor. Logró poner fin a la huelga médica, que ya llevaba varios meses, y que se había complicado en los últimos meses de gestión de Garrido Lecca.
Además, hay que recordar que apenas llegado al ministerio, Ugarte denunció a los ladrones que se llevaron en varias cajas una valiosa documentación. Está claro que no se sabe qué pasó después con estos sujetos, y también es clarísimo que hay muchos problemas de atención en los hospitales (aunque esto no es responsabilidad total de su gestión).
El asunto está en eliminar la corrupción y mejorar los servicios de los centros de salud. Eso sí se lo debemos exigir al ministro Ugarte, y no hacerle un cargamontón por lo que supuestamente dijo o no dijo.
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