miércoles, 14 de marzo de 2007

Epopeya: Ver para creer

El canciller chileno, Alejandro Foxley, ha evitado que Televisión Nacional de Chile emita un documental denominado “Epopeya”, en el cual se muestran detalles de la Guerra del Pacífico, desatada entre su país junto al Perú y Bolivia. Foxley sostuvo que lo hizo para mantener las buenas relaciones con nuestro país, en medio de la polémica por los límites marítimos. Esto lo hizo con la venia e influencia de su par peruano, José Antonio García Belaúnde.

Aquí en nuestro país, ya se levantaron las más ácidas críticas de algunos chauvinistas, diciendo que Chile ha tergiversado la versión oficial del infausto conflicto bélico de la década de 1880, entre otras perlas. Sin embargo, siempre hay una voz discrepante, que en esta oportunidad ha puesto el ojo en la llaga. El congresista de Unidad Nacional, Guido Lombardi, manifestó que más bien deberían permitir ver ese documental.

En declaraciones textuales, publicadas por el diario Perú 21 el lunes, Lombardi dice que “No podemos dejar el polvo debajo de la alfombra como si nada hubiera pasado”. Esto es completamente cierto. Lo mejor no es tapar la herida, es hablar sobre lo ocurrido, pero dejando atrás los resentimientos.

Es verdad que Chile, desde sus comienzos en 1810, ya tenía claro su proyecto de nación. En ese proyecto estaba implícito el asunto territorial, sabía que con los límites de aquel entonces, no podría lograr lo que es ahora. Por eso decide lanzar esa ofensiva, en 1879. No puede con Argentina, una nación más sólida y consolidada. Mientras que Perú y Bolivia, con desórdenes internos, sucumbieron ante el proyecto sureño. Si ambos países hubieran estado preparados para la situación, se hubiera evitado.

Lo más fácil es echarle la culpa al otro. La verdad de la guerra con Chile, más que la victoria araucana, es que nosotros la perdimos. Esto por contar con una clase política y burguesía mediocres, que no supieron comandar al país.

Sin embargo, parece que no hemos aprendido la lección. Y en lugar de enmendar errores, seguimos cometiendo los mismos; y los políticos, en vez de asumir su responsabilidad, prefieren apelar al chauvinismo ridículo. “No transmitan ese documental”, le habría dicho García Belaúnde a Foxley, quien accedió diplomáticamente para evitarse más líos.

Este documental fue grabado en ciudades de los tres países implicados, y se contó con la participación de jóvenes y niños, así como de analistas e historiadores de las tres naciones. De manera que no se puede percibir una parcialización de parte de los chilenos; están los tres puntos de vista.

Como dijo el presidente Alan García, “a Chile hay que ganarle sin complejos”. Por eso mismo, señor Presidente, exija explicaciones a su ministro de Relaciones Exteriores acerca de su “lobby” para impedir la transmisión de este documental.

Y nosotros, dejemos ya los complejos, y veamos ese documental. Desde el Perú, pido a los amigos de TVN que lo transmitan. Es absurdo no querer verlo. Guido Lombardi lo manifiesta en sus declaraciones: “¡Cuántas películas ha habido sobre la Segunda Guerra Mundial, y no por eso se reviven las viejas heridas!” Luego de haberlo visto, podremos sacar conclusiones. No querer verlo es seguir con los ojos cerrados. Lo mejor es verlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy muy de acuerdo en que no debería haberse prohibido esta serial, ya que lo único que pretendía era mostrar las dos caras de la moneda. Aquí en Chile siempre nos han contado que la alianza de Perú y Bolivia fue lo que inicio las hostilidades y que la ambición de conglomerados económicos de la época y un asunto sobre el impuesto al huano y el salitre y de ambición desmedida de Don Hilarion Daza Presidente de Bolivia quién no habría respetado un tratado, nos habría lanzado ha esta guerra fraticida. Ustedes dan otra versión sobre ambiciones espancionistas de Chile y sobre la oportunidad de explotar riquezas mineras de la zona, pero de lo único que estoy cierto es que estas versiones tan diametralmente opuestas y manejadas con una intención muy clara y ambiciosa de grupos que lo unico que querían era enriquecerse y llenarse los bolsillos y eso nos llevó al a nosotros como pueblo a tan fatal guerra y que solo ha provocado dolor, desolación, heridas sin cicatrizar y que, aún dificulta nuestras buenas relaciones que debemos tener como hermanos. Yo tengo amigos Peruanos y trabajo en una escuela donde hay jovenes del Perú, son excelentes alumnos, respetuosos, tengo la mejor opinión de este pueblo tan sufrido como el nuestro, el odio ancestral creado y mantenido por grupos ambiciosos del pasado y del presente solo hace ahondar aún mas la xenofobia existente, espero que usted Señor Congresista tenga buenos propósitos al solicitar que esta cinta televisiva se exhiba, de lo contrario solo pasará a ser un político más que se quiere alimentar del pasado para tomar ventaja en el presente, tal como en mi país. Somos pueblos que han sufrido por su celo, por su amor a la patria, y su historia, tantos sean Peruanos, Bolivianos y Chilenos; yo creo y tengola clara convicción de que el día en que las Escuelas, los polítiqueros y malos Historiadores, dejen de manosear de mala forma el pasado y así seguir alimentando este odio que no nos dejan crecer, dejaremos de ser pasto de animales que se nutren de nuestro esfuerzo, respeto a nuestras tradiciones e historia y del amor a nuestra patria y nuestra bandera. Ojala que alguna vez despertemos de esto y como seres humanos nos sentemos algún día a cenar junto al creador.

VIVA LA HERMANDAD AMERICANA
UNIDOS PODRIAMOS SER EL CONTINENTE MAS PODEROSO DEL MUNDO.

ALFONSO AGUILAR TORRES