La última semana, las palabras más recurrentes en los titulares de los diarios han sido “accidente”, “carreteras”, “muertos”. Evidentemente, son temas relacionados a que nuestros caminos, que conectan varias ciudades del Perú, se han teñido de sangre.
Los accidentes de carretera, con sus muertos y heridos, ya han dejado cerca de medio millar de muertos en lo que va del año. Y parece que no tienen cuándo acabar: se suceden uno a otro, sobretodo en época de feriados.
Aquí hay varias responsabilidades compartidas. En primer lugar, la informalidad imperante y existente en las empresas de transporte interprovincial. Esto está relacionado a la forma de hacer empresa de quienes incursionan en este rubro, quienes no protegen para nada a sus trabajadores choferes, haciéndolos trabajar en exceso, lo cual es sumamente peligroso, no sólo por el abuso laboral, sino porque su cansancio es determinante para que ocurran estas desgracias.
Los choferes también tienen su responsabilidad en este asunto. La cultura “combi” no sólo está presente en las pistas limeñas; se ha extendido a las carreteras interprovinciales. Nuestros conductores de buses no acostumbran respetar las normas de tránsito. Recurren siempre a la “criollada” para conducir, y eludir las reglas.
Pero la máxima responsable es, sin duda alguna, la titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Verónica Zavala. Desde que está presente en este sector (van dos años), se han incrementado los accidentes en las carreteras. Y no sólo esto: también han aumentado los asaltos a los pasajeros.
Para atajar estos problemas, Zavala impulsó desde su portafolio el plan denominado “Tolerancia Cero”, el cual suponía que detendría la racha de accidentes y asaltos en las carreteras. Sin embargo, no ha dado resultado, y la situación ni siquiera se mantiene igual: ha empeorado. Fue un fracaso.
Los accidentes de carretera, con sus muertos y heridos, ya han dejado cerca de medio millar de muertos en lo que va del año. Y parece que no tienen cuándo acabar: se suceden uno a otro, sobretodo en época de feriados.
Aquí hay varias responsabilidades compartidas. En primer lugar, la informalidad imperante y existente en las empresas de transporte interprovincial. Esto está relacionado a la forma de hacer empresa de quienes incursionan en este rubro, quienes no protegen para nada a sus trabajadores choferes, haciéndolos trabajar en exceso, lo cual es sumamente peligroso, no sólo por el abuso laboral, sino porque su cansancio es determinante para que ocurran estas desgracias.
Los choferes también tienen su responsabilidad en este asunto. La cultura “combi” no sólo está presente en las pistas limeñas; se ha extendido a las carreteras interprovinciales. Nuestros conductores de buses no acostumbran respetar las normas de tránsito. Recurren siempre a la “criollada” para conducir, y eludir las reglas.
Pero la máxima responsable es, sin duda alguna, la titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), Verónica Zavala. Desde que está presente en este sector (van dos años), se han incrementado los accidentes en las carreteras. Y no sólo esto: también han aumentado los asaltos a los pasajeros.
Para atajar estos problemas, Zavala impulsó desde su portafolio el plan denominado “Tolerancia Cero”, el cual suponía que detendría la racha de accidentes y asaltos en las carreteras. Sin embargo, no ha dado resultado, y la situación ni siquiera se mantiene igual: ha empeorado. Fue un fracaso.
Por ello, la ministra debe renunciar a su puesto. Así como se pide la dimisión de Lucho Alva en Interior, por su incapacidad demostrada en el sector, de igual forma se le debe presionar a Zavala. Porque también demostró incapacidad.
PD: Es evidente que, ahora que la ministra ha adelgazado (entró gordita al gobierno), tiene un gran parecido al actor de “La Máscara del Zorro”.
1 comentario:
jajajaj Antonio Banderas, ta bueno el chaplin..
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